Derecho y Cambio Social

 
 

 

EL PERITAJE MÉDICO-LEGAL EN CASOS DE EJECUCIONES SUMARIAS *

Genival Veloso de França **


 

 

Sumario: El autor aborda la cuestión médico-legal de las ejecuciones sumarias y arbitrarias, hoy más graves y incidentes que la propia tortura, y también presenta un modelo de protocolo para los casos de peritaje de tais ocurrencias.

 

Palabras claves: Peritaje de las ejecuciones sumarias. Protocolo pericial en ejecuciones extrajudiciales. Cuidados en peritajes de ejecución arbitraria.

 

 

Introducción

Hoy en Brasil, ciertamente, la más ostensiva y creciente forma de falta de respeto a los derechos humanos es la ejecución sumaria, arbitraria o extralegal, practicada en su mayoría por el aparato policial o por las facciones paramilitares “de exterminio” a servicio de las organizaciones criminosas o de asesinos la mando de intereses individuales o de grupos contrariados. Y el más grave: todo eso es generado sin punición y sin reparo, y muchas veces tolerado y justificado por una fracción de la población y parte del propio poder público.

Los que trabajan con peritaje en casos de tortura, sevicia o malos tratos, sobre todo cuando las víctimas están bajo la tutela policial o judicial, saben que evidencias concretas de pruebas de ese tipo de crimen son difíciles por la sofisticación de los medios utilizados y por la listeza de los agentes del poder en omitir estas ocurrencias, negando o no enviando las víctimas o las informaciones a los órganos especializados del peritaje oficial.

La existencia y la desenvoltura de estos “grupos de exterminio” dependen mucho de la tolerancia de la policía. Sin esto, ellos no sobreviven. Sus muertes son en la suya casi unanimidad provocadas por arma de fuego y las personas asesinadas son alcanzadas a espaldas y en promedio con cinco a seis disparos, y en la mayoría contra la cabeza de las víctimas.

Las personas encargadas de participar de estos peritajes de ejecuciones sumarias deben ser seleccionadas teniendo en cuenta su reconocida competencia, imparcialidad e independencia, y, cuando delante de casos que provoca, conmoción o desconfianza de suyos laudos, los expertos llamados para un análisis de los procedimientos y sus conclusiones no deben pertenecer a las instituciones enchufadas a los órganos de policía, sobre todo cuando estuvieren como sospechosos individuos de tais organizaciones.

Es muy importante que se tenga un patrón pericial para estos exámenes, pues viene observándose serias divergencias en la forma de conducir este peritaje y que la existencia de uno protocolo en mucho iría a contribuir en esta área pericial. La práctica pericial hodierna no admite más las prácticas periciales hechas de forma desorganizada y contingente, pero siempre a través de un disciplinado itinerario que dé a los analistas del caso la certidumbre de que todas las fases del peritaje habían sido hechas de manera completa y secuenciada. Este es el modelo de trabajar que se viene exigiendo en todos los centros operacionales de la prueba médico-legal. En este tipo de evaluación pericial se siente también la necesidad de contar con normas internacionales como resultado práctico para sus conclusiones y cambios de experiencias.

Lo ideal sería que en los casos de sospecha de ejecución sumaria extralegal y arbitraria el peritaje fuese realizado de forma exenta de connivencia, en locales dotados de medios y recursos para tais fines, hechas por peritos específicamente preparados para exámenes en estas circunstancias y capaces de seguir un protocolo mínimo para asegurar un examen sistemático en el sentido de facultar una idea positiva o negativa alrededor del hecho que se quiere apurar. Nunca permitirse la inhumación de uno cuerpo sospechoso de ejecución sumaria sin el debido examen médico pericial.

La finalidad en tais peritajes es reunir el mayor número de informaciones para asegurar la identificación del muerto, la determinación necesita de la “causa mortis” y de la causa jurídica de la muerte, el tiempo aproximado de muerte y la descripción y los aspectos característicos de las lesiones violentas. Para tanto se propone que el cadáver quede a la disposición de la institución médico-legal al menos por 12 horas. El local de muerte debe ser obligatoriamente preservado y bien investigado por el peritaje criminal.

Y, finalmente, el uso de todos los medios de protección y de respeto a la “cadena de custodia” de las evidencias. El envío a los laboratorios y la llamada cadena de protección de los elementos de la prueba (documento escrito donde se registran los movimientos y acciones sobre muestras) es de suma importancia en la investigación de la muerte por ejecución sumaria, pues con su fractura puede por abajo la credibilidad que se espera de la prueba.

Identificación de la víctima

Es siempre necesario que se registren con mayor precisión los elementos de identificación de las víctimas independiente de sus reconocimientos por familiares o terceros. Esto debe ser realizado teniendo en cuenta los elementos antropológicos, antropométricos y el material para examen en ADN forense, como:

1. Sistema dactiloscópico. A través de la comparación de las impresiones digitales de los dedos de las manos y de los pies y de las regiones palmes de las manos, con sus registros anteriores, sobre todo en los casos de las víctimas vivas o muertas recientemente.

2. Métodos odontológicos. Los medios más utilizados son los de comparación por las características de cada diente, suyas ausencias, materiales de restauración, prótesis, desgastes, malformaciones, debiéndose valorizar bien las radiografías dentarias y de los huesos de la cara.

3. Médios médico-forenses. Los médicos legistas deben consignar todos los elementos referentes a la identificación por el sexo, raza, edad, estatura, tatuajes, señales individuales, malformaciones, señales profesionales, cicatrices, superposición de imágenes, dados radiológicos y por la morfología y dimensiones del pabellón auricular.

4. Medios antropológicos y antropométricos. En el caso de cuerpos esqueletizados es importante el examen para la identidad de la víctima por lo que respecta a suya estatura, sexo, raza, estatura y edad.

5. Estudio del ADN. Este es el examen de gran utilidad en la identificación de cuerpos no identificados, en estado de descomposición o ya esqueletizados.

Examen externo del cadáver

En los casos de muerte por ejecución sumaria el examen externo tiene mucha importancia no sólo para su conclusión, como también para considerarse su mecanismo, su etiología jurídica y las circunstancias que antecedieron el óbito. En las muertes en que se buscan evidencias de ejecución sumaria, tortura, sevicias u otros medios degradantes, inhumanos o crueles, los creídos analizados en el hábito externo del cadáver son de mucha relevancia. Los elementos más significativos en esa inspección son:

1 – Señales relativos a la identificación del muerto. Todos los elementos antropológicos y antropométricos, como estigmas personales y profesionales, estatura, malformaciones congénitas y adquiridas, además de la descripción de cicatrices, tatuajes y de las ropas, así como la colecta de impresiones digitales y de sangre, registro de la presencia, alteración y ausencia de los dientes y del estudio fotográfico.

2 – Señales relativos a las condiciones del estado de nutrición, conservación y de la complexión física. Tal cuidado tiene el sentido no sólo de determinar las condiciones de malos tratos por falta de higiene corporal y omisión de tratamiento, pues esas manifestaciones encontradas en el detenido pueden confirmar la privación de medicamentos y alimentos.

3 - Señales relativos al tiempo aproximado de muerte. Todos las señales arriba referidos deben ser registrados en un contexto que puedan orientar la pericia para una evaluación del tiempo aproximado de muerte, pues tal interés puede resultar de mucha utilidad cuando delante de determinadas circunstancias donde se verificó la muerte, dándose énfasis a la temperatura, livores, rigidez cadavérica y estudio del contenido gástrico.

4 – Señales relativos al medio o a las condiciones donde el cadáver se encontraba. Estos son elementos mucho importantes cuando regalos, pues así es posible saber si el individuo fue llevado en vida para otro local y después transportado para la celda donde fue hallado, como por ejemplo, presidiarios que murieron en “sesiones de ahogamiento” fuera de la celda carcelaria.

5 – Señales relativos a la causa de la muerte. Aunque se considere ser el diagnóstico de la causa de la muerte el resultado del estudio externo e interno de la necropsia, podemos afirmar que en el caso de las muertes por ejecución sumaria el examen externo del cadáver presenta un significado especial por la evidencia de las lesiones sufridas, suyas localizaciones y proximidades de tiro.

Examen interno del cadáver

Este examen también debe ser metódico, sistemático, sin prisa, con el registro de todos los creídos y, como si opera en cavidad, se debe trabajar, siempre que posible, a la luz del día, sin las inconveniencias de la luz artificial. Todos los segmentos y cavidades deben ser explorados: cabeza, cuello, tórax y abdomen, columna vertebral y extremidades.

Las lesiones internas más comunes en casos de muerte por ejecución sumaria son:

1 – lesiones craneales: heridas producidos por bala o por acción contundente como fracturas, hematoma subdural o extradural, hemorragias de las meninges, lesiones encefálicas, etc.

2 – lesiones cervicales: infiltración hemorrágica de la pantalla subcutánea y de la musculatura; harturas de vértebras, lesiones internas y externas de los tiestos del cuello; fracturas del hueso hioideo, de la tráquea y de los cartílagos tiroides y cricoides, lesiones antiguas de la laringe y de la tráquea por intentos de estrangulación y estrangulamiento.

3 – lesiones torazo abdominales: hemotórax y neumotórax traumático; manifestaciones de ahogamiento como presencia de líquido en el árbol respiratoria, en los pulmones, en el estómago y primera porción del duodeno, además de las señales clásicos como enfisema acuoso subpleural y las manchas de Paltauf, delante de inmersión del individuo esposado en tanques del agua en proceso llamado “baño chino” o introducción de tubos de goma en la boca con chorro de agua de presión, lesiones del corazón, pulmones, hígado, bazo, páncreas, riñones, estómago y de los intestinos;

4 – lesiones raquimedulares: fracturas y luxaciones de vértebras; lesiones medulares.

Elementos valorizados en el diagnóstico de ejecución sumaria

Las medidas para tal diagnóstico deben ser siempre tomadas cuando delante de muerte controvertida cuyos aspectos y circunstancias apuntan para la exageración y la brutalidad; cuando la víctima esté envuelta en casos de conmuevan la opinión pública; cuando esté bajo custodia policial o judiciaria; o cuando el “modus operandi” sea reconocido como una práctica que tiene como finalidad obstruir las investigaciones en circulación.

Los elementos más importantes del diagnostico

1. El peritaje en el local de los hechos. El Peritaje Criminal debe coordinar las actividades de investigación sean realizadas en el local de los hechos, por la importancia que se reviste un peritaje cuya causa jurídica de muerte y sus circunstancias deben ser evaluadas con mucho criterio. Deben ser valorizadas las lesiones encontradas, la posición del cuerpo, las condiciones de suyas vistes, así como el lugar donde la víctima fue encontrada o donde se presuma que ella estuvo antes de la muerte.

En estos locales se recomienda la colecta de sangre, pelos, fibras y todavía la preservación y colecta de moldes de las marcas de calzados, de vehículos o de cualquier otra impresión que tenga carácter probatorio. Se debe también buscar en estos locales la presencia de proyectéis y cartuchos de arma de fuego, además de las posibles impresiones digitales.

Todo esto tiene como proyecto la identidad de las personas que se encontraban en el local de los hechos, sus actos y hasta la circulación de la víctima y de sus agresores. Son procedimientos mínimos posibles de sean realizados sin medios sofisticados y en cualquier localidad. Deben tomarse fotografías en color, pues estas pueden mostrarse con más detalles. Estas fotos deben ser de los locales internos y externos, del cadáver y de todas pruebas físicas.

Es importante que el peritaje criminalista presente un informe del conjunto de los eventos tenga una visión entre los disparadores y víctimas y las lesiones observadas como contribución a la confirmación o no de un deceso por ejecución sumaria.

2. El número de disparos. Las muertes por ejecución sumaria, en casi su totalidad, son producidas por arma de fuego y sus víctimas ejecutadas con elevado número de disparos por víctima, en un promedio de cinco la seis, por regla general con armas diversas y de calibres  diferentes.

3. Las regiones alcanzadas. Siempre en tales tipos de muerte las regiones elegidas para los disparos son la cabeza y otras regiones mortales como la precordial. O todavía lesiones encontradas en la región posterior del tronco. Otra forma de lesión que debe ser bien investigada es a encontrada en los brazos y manos conocidas como “lesiones de defensa”.

Estas lesiones deben ser descritas con todas sus características y cuando tratarse de lesiones producidas por proyectéis de arma de fuego la descripción debe más ser detallada posible en el sentido de facultar la identificación de las heridas de entrada y salida, la distancia de los disparos y suyo ángulo.

4. El trayecto de los proyectéis. Este es un dado mucho importante pues esto puede permitir evaluar como se encontraban a sacrifica y su autor o sus autores de momento de los tiros. La determinación del trayecto de los proyectiles de armas de fuego, con aproximado grado de certidumbre, es hecha a partir de puntos fijos y correctamente establecidos. Cuando lo tiro es traspasante teóricamente el trayecto sería una línea recta enchufando la herida de entrada a la herida de salida. Estableciéndose con rigor las heridas de entrada y salida y utilizando el examen interno para rastrear el proyectil se puede concluir si su trayecto fue en línea recta, de cima hacia abajo, de bajo arriba, de la izquierda para derecha, de la derecha para izquierda, de delante atrás o de tras para delante, inclusive determinándose el ángulo de apertura de este trayecto con el plano horizontal del cuerpo.

La dirección tomada por la bala en su trayecto y las circunstancias en que se dio el hecho, pueden permitir evaluar si la víctima estaba en pie, sentada, de rodillas o acostada en posición dorsal o ventral a la hora en que fue alcanzada. Esto explicado por el ángulo más o menos acentuado del trayecto de la bala cuando penetra en el cuerpo de la víctima.

5. La distancia de los disparos. Este es también uno de los elementos de mucha importancia en el estudio pericial de la ejecución sumaria, teniendo en cuenta que en la mayoría de estos casos lo tiro es dado a corta distancia. Sus características de las heridas de entrada por bala son: forma redondeada o ovalar, orla de excoriación, arcenes invertidas, halo de enjugo, halo de tatuaje, zona de esfumamiento, cintilla de contusión, zona de compresión de gases y zona de quemadura (cuando presenta esta última característica se llama la quemarropa).

6. El calibre de las armas. Otro hecho muy común en las muertes por ejecución sumaria es la participación de muchos agentes y la multiplicidad de armas de modelos y calibres diferentes. Este estudio será hecho por los sectores de criminalística enchufados a la balística forense.

7. La autenticidad del proyectil. El estudio comparativo del proyectil con la arma sospecha es de indispensable valía para determinarse la arma que disparó. Sin embargo es necesario saber si aquel proyectil de hecho penetró en el cuerpo de la víctima. Para tanto no se puede dispensar la investigación de micro-vestigios orgánicos encontrados en este proyectil examinado.

Al penetrar en la intimidad de los tejidos el proyectil lleva consigo innumeras micro-partículas orgánicas capaces de permitir el diagnóstico de estas estructuras permeables, como fragmentos de piel, huesos, músculos y de vísceras y sangre. Tais estructuras pueden ser identificadas por los diversos procesos histológicos y por los reactivos conocidos. Actualmente con las técnicas en ADN se avanzó mucho en la cuestión de la intimidad de la víctima con el proyectil.

Recomendamos para este fin retirar con mucha delicadeza la materia orgánica del proyectil que se alojó o traspasó el cuerpo y poner este material dentro de uno recipiente conteniendo pequeña cantidad de suero fisiológico. O retirándose pequeños fragmentos del material existente en el proyectil, aplastando-el suavemente entre dos láminas, y después las enviando al laboratorio para la debida preparación y lectura.

8. Las lesiones cutáneas. Debe merecer la atención la presencia o ausencia de otras lesiones cutáneas en la víctima en el sentido de afirmar o negar la posibilidad de enfrentamiento corporal.

9. Las lesiones inmovilizantes. La presencia de una lesión inmovilizantes en la víctima, como una fractura expuesta de la pierna, puede permitir la hipótesis de que ella estaba inmovilizada a partir de ahí, viniendo después el llamado tiro o tiros fatales. Se puede admitir, a partir del trayecto de los otros proyectéis que el “tiro de misericordia” fue dado con la víctima inmovilizada al suelo. Así, el conjunto de lesiones externas e internas estudiado en el cadáver de la víctima puede facultar el entendimiento de que hubo o no una secuencia de actitudes que posibilitarían la inmovilización de la víctima hasta la deflagración del tiro letal.

10. La ausencia de indicadores de conductas defensivas de las víctimas. Es común de los casos constatados como ejecución sumaria n]a sean encontradas lesiones que denoten tener la víctima esbozado una resistencia, sea por las llamadas “lesiones de defensa” (manos y antebrazos) sea por la reacción de no sujetarse a la captura (hematomas, equimosis y excoriaciones de grupo de ladrones).

11. La secuencia de los disparos. Una característica que puede estar presente en estas formas de muerte es la secuencia de orificios de entrada de proyectiles de armas de fuego que sigue una línea de misma dirección de misma distancia o no entre sí por disparos del tipo ráfaga.

Respuestas al cuestionario del laudo

Acatando las sugerencias del Grupo de Trabajo “Tortura y Peritaje Forense” criado por la Secretaría Especial de los Derechos Humanos de la Presidencia de la República, adaptando el Protocolo de Estambul nuestra realidad para el “Protocolo Brasileño de Peritaje Forense en el Crimen de Tortura”, presentamos las cuestiones que deben ser acrecentados en el laudo de examen cadavérico donde hay sospechosas de ejecución sumaria, en los siguientes términos:

1. ¿Hay creídos médico-legales que caractericen la práctica de tortura física o de otro medio cruel, inhumano o degradante?

2.¿ Hay creídos médico-legales que caractericen ejecución sumaria?

3. ¿Hay evidencias médico-legales que seamos indicadoras o sugerentes de ocurrencia de tortura, medio cruel, inhumano o degradante y de ejecución sumaria contra el examinado que, sin embargo podrían excepcionalmente ser producidos por otra causa?

Esta última especialidad, cuando afirmativo, deja claro que el perito sólo está afirmando que existen evidencias sugerentes e indicadoras de tortura, medio cruel, inhumano o degradante y de ejecución sumaria, lo que puede posibilitar al juez, con la existencia de otras pruebas, sacar sus conclusiones.

Medio insidioso o cruel

Nuestra legislación penal, cuando trata de las circunstancias que agravan la pena, apunta como calificador el hecho de lo agente tener cometido el crimen “con empleo de veneno, fuego, explosivo, asfixia, tortura u otro medio insidioso o cruel, o de que puede resultar peligro común”.

Por lo que respecta a la respuesta a la especialidad relacionado a tales circunstancias, debe el perito, en los casos positivos, contestarlo de forma afirmativa y especificada, registrando en la descripción del laudo de forma bien claras las razones de tal confirmación.

Como medio insidioso se entiende aquel caracterizado por la forma de disimulo capaz de encubrir la práctica criminosa o impedir la defensa de la víctima. La ejecución sumaria es un ejemplo típico de este procedimiento. Y medio cruel aquel en que el autor se utilizada para provocar intenso sufrimiento físico o psíquico de la víctima y después, en ciertos casos, su muerte.

PROTOCOLO DE AUTOPSIA EN CASO DE MUERTE SOSPECHA DE EJECUCIÓN SUMARIA

Hoy casi todas los peritajes, por más simple que puedan parecer, son realizadas se siguiendo un modelo de criterios llamado de protocolo, donde se encamina el saludo de normas, reglas y determinaciones técnicas sean seguidas por los peritos médico-legistas. Y mucho más se exige cuando el peritaje envuelve casos de crimen de tortura o de ejecución arbitraria. Siempre que posible, delante de estos casos, el peritaje debe ser realizada por peritos expertos en tais circunstancias y en condiciones de obedecer un protocolo mínimo capaz de asegurar un peritaje sistemática en el sentido de posibilitar una idea necesita del hecho se quiere apurar.

Recomendaciones de Naciones Unidas (Manual de Prevención e Investigación de las Ejecuciones Extra-legales, Arbitrarias y Sumarias):

Más adelante que es de praxis en todas las necropsias médico-legales, se recomienda todavía:

1) Proteger, analizar y encaminar las vistes para los debidos exámenes en laboratorio bajo custodia de persona responsable.

2) Poner el cadáver en bolsas apropiadas.

3) Documentar los medios utilizados en la identificación de la víctima.

4) Proteger las manos de la víctima con bolsas de papel o plástico, apuntar la hora del inicio y del término del peritaje y fotografiar el cadáver todavía vestido, las lesiones antiguas y recientes y la secuencia de la necropsia, con una cámara profesional y de buena calidad, en colores, así como fotografiar la secuencia del examen interno y externo, teniendo el cuidado de usar escalas, número y nombres para identificación del caso.

5) Guardar el cadáver en lugar refrigerado para evitar alteraciones y posibles compromiso de las pruebas;

6) Valorizar el examen externo del cadáver lo que en muchos casos es la parte más importante como en los casos de tortura o malos tratos. La descripción de las lesiones violentas debe ser minuciosa y registrada en fotos y esquemas. Aunque diga cuanto la valorización de la temperatura, del estado de preservación, de la rigidez y de los livores cadavéricos para evaluación del tiempo aproximado de muerte.

7) Si el muerto estuvo ingresado antes de la muerte, solicitar los dados de registros relativos a la admisión, evolución, medicación, a su tratamiento, exámenes radiológicos y laboratoriales complementarios y “causa mortis”.

8) Describir en detalles los proyectiles de arma de fuego cuanto a la forma, dirección, trayecto, inclinación y distancia de tiro y, se posible, establecer la determinación del orden de las heridas.

9) Examinar con cuidado la cabeza y la parte externa del cuero cabelludo, teniendo en cuenta la posibilidad de ocultación de lesiones por los cabellos.

10) Examinar bien la cara con destaque para los ojos, nariz y oídos, así como el cuello interna y externamente en todos sus aspectos.

11) Examinar los genitales y en casos sospechosos de violencia sexual examinar todos los orificios, recoger por los pubianos, secreción vaginal y anal para exámenes en laboratorio.

12) Cambiar el mayor número de informaciones con la criminalista.

13) Recoger insectos presentes en cadáveres encontrados tras algún tiempo de muerte para estudio entomológico forense.

14) Acondicionar los proyectiles encontrados en el local de muerte y retirados del cadáver les asegurando de la mejor forma su inviolabilidad.

15) Documentar y radiografiar toda lesión del sistema óseo, en especial las fracturas de los dedos de las manos y pies, antes de poner el cadáver en la bolsa apropiado.

16) Extraer muestras de tejido en el trayecto de la herida y micro-vestigios biológicos de los proyectiles para examen microscópico.

17) Recoger muestras de vísceras para examen toxicológico y guardar parte de las muestras para posible re-examen. Recoger muestras de sangre de al menos 50ml de un tiesto subclavio o femoral.

18) Utilizar todos los medios posibles y necesarios para la identificación de la víctima.

19) Examinar las extremidades de los brazos y de las piernas en busca de los llamamientos “lesiones de defensa” y de las lesiones producidas por tortura en los pies, en las manos, rodillas y parte posterior de las piernas.

20) Realizar incisiones a lo largo de las regiones dorsales, lumbares y nalgas en la búsqueda de lesiones profundas.

21) Examinar cuidadosamente en el examen interno la cara profunda del cuello, el encéfalo y los órganos torazo abdominales, además de las fracturas que puedan existir, no olvidando de retirar las vísceras más importantes para los exámenes histopatológico y toxicológico y algunos fluidos como sangre, orina y bilis para el examen toxicológico. Guardar el contenido del estómago.

22) Examinar con cuidado la columna en la busca de la existencia de fracturas, desplazamiento y compresión de vértebra.

 


 

 

NOTAS:

* Resumen de la conferencia presentada en el 2º CONGRESO INTERNACIONAL EN CIENCIAS FORENSES y Jornadas de la Sociedad Boliviano-Peruana de Medicina Legal y Ciencias Forenses,  La Paz – Bolivia, 1° de marzo de  2008.

 

 


 

** Profesor Convidado del  Curso a distância en Medicina Forense de la Universidad de Valência (España).

E-mail: gvfranca@uol.com.br

 


 

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