Derecho y Cambio Social

 
 


 

PROSPECTO DEL LIBRO SOBRE EVA:

 

 

 EVA FRENTE A LOS DILEMAS DE LA LIBERTAD EN LAS LEYES, Y EN LA JUSTICIA

 

 

(TEORÍA Y CLAVE PARA DESCIFRAR LA INTIMIDAD DE NUESTRA CONDUCTA CIUDADANA EN CRISIS)

 

 

Roberto G. MacLean U.

 

 LIMA 2008

 

 


 

APUNTES Y OTRAS NOTAS CON PERCEPCIONES SOBRE EVA O SU PAREJA, SELECCIONADAS DE ENTREVISTAS Y TRABAJOS DE CAMPO DURANTE LA IMPOSIBLE CONQUISTA DE LO OBVIO.

“Cuando los misioneros llegaron a Vuanutú la historia de Eva que nos contaron alteró para siempre la vida de las mujeres en la familia y las comunidades del archipiélago”. Especialista Anthea Toka (Durante el Seminario Taller sobre Experiencias en Acceso a la Justicia, organizado por Justicia Viva, Instituto de Defensa Legal, y Cuso, en Lima, Perú, Marzo de 2007).

“Los misioneros trajeron muchas cosas buenas pero cambiaron también otras tradiciones buenas, entre ellas las mujeres perdieron su antigua posición en la comunidad social en Ghana”. Profesor Raymond Atuguba de la Escuela de Derecho en la Universidad de Ghana (Durante el mismo evento).

“Dios creó a Adán y a Eva en el Paraíso, y sólo ellos fueron los que se casaron, de modo que no es natural que se permita el matrimonio entre homosexuales en el Perú, país cristiano.” (Palabras en el discurso de un muy respetable ex-Decano del Colegio de Abogados de Lima – que hablaba en serio- durante la celebración en ese colegio del Día Internacional de la Familia, en presencia de la entonces señora Ministra de la Mujer, 2005)

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 Dedicatoria

A Augusta María Rosa; a Marilú y Luciana; a Patricia y Andrea que son, todas, la razón de ser de este ensayo, escrito principalmente para ellas.

También, por supuesto, a Camila, Gabriela, Lucía, Rafaela y Clara; a Ana María y Bettina; a Gladys en Australia; a la otra Marilú, con quien converso de estas cosas. A la Chuza, Rosemarie, Elke, y Gigi; a Pirula y Lilian, en Río. A Silvia, a Ivy, y a Rossina. A Sylvia Heraud. A Mary y a Wybetty; a Marion. A Nena y a Úrsula, mi amiga. A Kathy Ebert, Beverly Carl, Claudine Levy, Chachy Segovia Heppe, Eun Yee Chung, y Teresa Esterio quienes con su amistad generosa regalada por el mundo, me han dado fuerzas y motivos para buscar auroras ocultas en cada ciudadano anónimo desapercibido, a ayudarlas a salir al viento, desplegar la envergadura total de sus alas, y alzar por sí mismas su vuelo libre para siempre. A Colleen Norton por la firme dulzura que decreta a su alrededor. A Beatriz Merino, por todo lo que hace y no hace. A Elcira Vásquez por no tenerle miedo a lo nuevo o diferente; a Inés Bonilla por lo clara y transparente; a Patricia Lau, Roxana Jiménez, y Milagros Requena, por mantener encendido el fuego de conquistas imposibles. A Martha Mifflin por venirse con la primavera de su música a esta parte. A Claudia Doig por su hermosa hospitalidad; a Alicia Maguiña por su música fresca con alegría seria; a Cecilia Tait, a Lucha Fuentes de Schiappa; a Graciela de Mulanovich, a Teresa de Zegarra; a Cota de Carcelén; a Lilian de Dammert; a Aída de Vigil y a Rosie de León Barandiarán, por el callado ejemplo que nos regalan a su alrededor. A Gabriela Martínez Ichpas y Stephanie, en la libertad de su alegría cotidiana. A Verónika León y Gabriela Martínez de Coronado por su paciente ayuda. Y a mi mujer, hijas y nueras, que se quejan todo el tiempo, de que no hago otra cosa que pensar en otras mujeres, y doy muy mal ejemplo a mis hijos, yerno, admiradores que andan sueltos por ahí y pueden formarse una mala impresión de la familia; y hasta a mis nietos que lo recordarán cuando lleguen a la adolescencia. También me acusan de incitar a mis cuñados, vecinos del barrio, y otros amigos con los que ando a veces, a que piensen en otras mujeres. ¡Cómo si tuviera algo de malo!

 Agradecimientos

 Por otra parte, quiero agradecer de manera especial a mis hijos Guillermo y Silvia de MacLean, por su apoyo, contribución y sugerencias para este ensayo, sin los que no lo hubiera siquiera comenzado a escribir. A Abelardo Oquendo por su sabiduría crítica, antigua y generosa, quien como un monje Zen, con dos palabras – sólo dos literalmente- me obligó a resumirlo, y a reacomodar sus huesos para que pueda levantarse y andar suelto por las calles, sin llamar demasiado la atención de transeúntes que madrugan los días sábado. A Luis Pásara, por su inteligente alegría y su buen humor; y por ayudarme a sentir que tiene sentido lo que trato de decir en ensayos como éste. A José Hurtado Pozo por su estímulo, implícito o manifiesto, irremplazable. Al poeta Pedro Cateriano por su esfuerzo heroico, cariñoso, y hasta ahora inútil, de tratar de enseñarme a escribir correctamente en nuestro idioma, del cual es maestro. Y, también finalmente, pero no al último, a mis verdaderos hermanos por el torrente caudaloso de la sangre invisible que corre en nuestras venas comunes: Jorge, James, Santiago, Robin, Dale, Dan y Javier por su cariño, amistad, apetito, sed, sentido del humor derrochados, y por su libertad insaciable. Y también a Gonzalo por su persistencia disciplinada que inspira siempre a todos quienes lo conocen.

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 CONTENIDO

VADEMECUM DE BOLSILLO COMO GUÍA PARA UN PEQUEÑO INVERSIONISTA EN EMPRESAS IMPOSIBLES DE SERVICIO QUE, SIN EMBARGO, SON MUY ÚTILES A LA COMUNIDAD Y TAMBIÉN MUY RENTABLES A MEDIANO Y LARGO PLAZO.............................................................................................................10

ESTADOS DE ÁNIMO: (AL IR POR LOS CAMINOS DEL MUNDO, DE PUERTA EN PUERTA, EN BUSCA DE LA JUSTICIA QUE DIOS DEFIENDE, QUE ES LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS PUEBLOS, QUE TAMBIÉN GOBIERNA LA OFERTA Y LA DEMANDA EN EL MERCADO, LA BOLSA DE VALORES, LA INVERSIÓN; Y LA VIGENCIA DE LOS DERECHOS HUMANOS, QUE SON NUESTROS DERECHOS COMO LOS DE CUALQUIER DESCONOCIDA QUE PUEDA ESTAR SENTADA FRENTE A NOSOTROS UNA NOCHE, EN ALGÚN LUGAR DEL ALMA MUY LEJOS DEL AMOR)............................................................................................................................19

 

PRIMER ACTO: “EVA EN LOS CONFLICTOS NORMALES DE UN AMOR CIUDADANO EN BUSCA DE JUSTICIA”.

I.- DESESPERACIÓN (e impaciencia, muy temprano en la noche, al no saber qué hacer, qué decir, ni cómo actuar en el Lobby del Cesar´s Palace Hotel en Las Vegas, mientras miro deslumbrado a una egipcia estupenda, sentada frente a mí, vestida de rojo y negro, con las piernas cruzadas y un vaso de Bourbon en la mano, mirando a otro lado del salón: ¿Al César lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios? Un cuestionamiento –en mi desesperada indecisión- a los efectos que produce la Justicia de Platón; y la oferta responsable de una alternativa más práctica, menos costosa, y más fácil de aprender, porque es parte del instinto animal en todas las especies)............................................................................................................................19

II.- INTERÉS (que despertó un simple pero llamativo anuncio luminoso con la invitación a matricularse en un Nuevo Centro de Educación Inicial, para la capacitación de adultos en países pobres en desarrollo con tradición cultural autoritaria, y hacer de ellos ciudadanos responsables de bien, libres interiormente para enfrentar con seguridad los desafíos de un mundo global desnivelado, diferente, y competitivo)............................................................................................................................31

III.- CURIOSIDAD (por la inauguración -con una demostración de prueba incluída- del método y técnicas pedagógicos con los que se inicia hoy las actividades del Nuevo Centro de Educación Ciudadana con una Lección Práctica y un Ejercicio de Participación Activa, como botones de muestra para entrar en materia de lo que, juntos, ya podemos hacer en la Justicia y las Leyes, si de verdad queremos recuperar su prestigio social, y no solamente quejarnos sin hacer algo concreto que se pueda medir, comprobar, beneficiando a todos por igual, y no exclusivamente a los jueces, magistrados, y amigos íntimos: la medición de la gestión jurisdiccional de los jueces por resultados, y de acuerdo al impacto numérico y porcentual de la Justicia en la comunidad total)...................................................................................................52

IV.- ENTUSIASMO (por las expectativas en la Gran Presentación Cultural de Eva en Sociedad ante el Mundo Pobre en Desarrollo, y la convocatoria general a que nos invita para involucrarnos personalmente en una reforma diferente de la Justicia y de las leyes, propia del Siglo XXI: Introducción Elemental a la Paleontología y Arqueología Cívico Legales en la Torá, la Biblia y el Corán).....................................................67

V.- DESORIENTACIÓN (después de haber escuchado y leído dos veces seguidas, el análisis de la situación en general, las cuestiones de hecho, la ley aplicable, el posible desarrollo del Juicio oral, y las pruebas presentadas por las partes, para la preparación de un borrador de diagnóstico, antes de determinar con transparencia, la responsabilidad ética, jurídica y cultural de Eva en su Paraíso, por haber desobedecido un mandato [¿o fue en realidad una amenaza?] que no había sido explicado con claridad suficiente por la Autoridad del lugar).......................................................80

VI.- INCERTIDUMBRE (sobre la realidad y validez de algunos recuerdos personales, al encontrar una antigua postal guardada en un baúl del desván –sólo en blanco y negro- de Soweto, en África del Sur: ¿”El ensueño que evoca la memoria”?, o ¿“La resaca de todo lo sufrido que se empoza en el alma”? Francamente ¡Yo no sé! Veámos juntos la primera prueba presentada a favor de Eva por sus abogados en la ley de “Apartheid”, vigente en Mayo de 1976, en la República de Sudáfrica, como prueba documental escrita; y los testimonios orales de Nelson Mandela y Myriam Makeba- a contraluz de la inesperada conducta de Eva en el Paraíso la tarde del sonado incidente)..........................................................................................................................102

VII.- TENACIDAD (de la que ofrecieron muestra ejemplar los abogados de Eva, para explicar su natural confusión, demostrar la desorientación que cualquiera pudo sufrir en Edén bajo esas condiciones; y recordarnos el deber que tiene cada ciudadano responsable de participar en la aclaración de crímenes cometidos en su comunidad, para que no queden impunes: La diferencia entre la Opinión Pública [¿Porqué?] y la Opinión del Público [¿Me gusta o me conviene? Entonces, ¡Mejor no pregunto más y me callo! Ó, igual, emito mi atolondrada decisión prejuiciosa, si es que soy Autoridad y tengo suficiente poder, o influencia, en mis manos] ).............................................120

VIII.-DETERMINACIÓN (para no escaparnos de nuestros propios dilemas y optar por una decisión clara y definida: La explicación serena, imparcial, e independiente, de los que tuvo que enfrentar Eva en el Paraíso, y la respuesta que es evidencia de su invicta libertad de enamorada: “¿Lo Amo por Necesidad o lo Necesito por Amor?”)...........................................................................................................................137

IX.-HUMILDAD (para recibir con disciplina inevitables humillaciones, sin desviarnos un milímetro de nuestro objetivo; y aceptar con gracia y alegría los rutinarios reveses, fallas, equivocaciones, adversidades, las propias limitaciones, y flaquezas anticipadas, así como las muy reducidas posibilidades de lograr siquiera una pulgada de lo que buscamos, como precio por ganar a pulso nuestra libertad interior: las circunstancias culturales que rodearon la indecisión de Eva y la empujaron a apostar a una coyuntura cualquiera de un Casino inestable en Las Vegas, “La Nueva Capital Mundial del Espectáculo”; o, “Cómo quedar bien ante los demás con una Justicia lógica, conceptual y abstracta -de la cintura para arriba y de la rodilla para abajo de la realidad”; es decir una Justicia “Light”, baja en calorías, vestidos de “Sport Elegante”, de acuerdo al protocolo de moda en ese momento; o a la respectiva hora del día y estación del año en el calendario ciudadano vigente”)...........................................................................................................................146

X.-SERVICIO (para recién poder mirar directamente en los ojos los desafíos que tenemos al frente, sin bajar la mirada enamorada, ni avergonzarnos de sentir miedo porque todos lo sufrimos todo el tiempo, y tenemos que seguir adelante: El miedo que sintió Eva de quedar en ridículo al admitir públicamente su libertad, y verse obligada a asumir la responsabilidad ciudadana por sus actos sin, nunca más, poderle echar la culpa a otros; como un “Crimen y Castigo” a su vanidad e hipocresía personales, como dijo el literato ruso y barbudo, don Fedor Dostoievski)...........................................................................................................................173

XI.-VOCACIÓN (para atrevernos a correr la loca aventura de contribuir personalmente a transformar la Justicia, sin otro cuidado que rescatar a Eva de su destino cultural legal informal, dentro del mismo Paraíso que fue su cuna ética, elaborada principalmente de un sueño y de un solo hueso costal)..........................200

XII.-FELICIDAD (al festejar un aniversario más del estreno del filme “Le Bonheur” de Agnes Vardá, en el cine San Antonio, de Miraflores, en Lima; con Carlos, Alida, Ricardo y Renate: Y el reencuentro con Eva –ya libre y al Este de Edén- en el Perú, a raíz de un nuevo intento para reformar la Justicia y los antiguos métodos autoritarios de elaboración de las Leyes peruanas en el siglo XXI; que todavía son muy ineficientes en su impacto social porque siguen siendo los mismos métodos del siglo XIX, sino que ahora: con la ayuda de ¡computadoras, facsímiles, teléfonos celulares, pizzas “delivery”, y tarjetas de crédito!!).........................................................................................212

XIII.- CELEBRACIÓN (torta, champaña, y un merecido descanso con cambio de clima, en un breve intermedio [15 minutos] sobre nuestra luna de miel en México –alojados en las casas de Andrea y de Santiago, en la meseta del Anáhuac y en Avándaro, Valle de Bravo- y el despertar con Mariachis al son de “Las Mañanitas que Cantaba el Rey David”, en las variadas melodías de “La Justicia que Dios Defiende” del Libro de Salmos en la Biblia)................................................................................247

XIV.- DESALIENTO (al escuchar, cuando ya casi me había olvidado de ellas – pero, felizmente antes de comenzar el Segundo Acto en este libro- el coro de las desterradas hijas de Eva gimiendo y llorando en cualquier valle de mierda, con muchas lágrimas e historias de Putas y de la Justicia, que también hay en la Biblia; como en cualquier otro desierto, puerto, poblado, o ciudad hacinados de mujeres pobres, desamparadas, bonitas, y mal capacitadas para otro trabajo mejor, en cifras de la infamia y del abuso al canto)..................................................................................................................272

 

SEGUNDO ACTO:”UN NUEVO MUNDO CIUDADANO PARA EVA Y LA JUSTICIA QUE DIOS DEFIENDE POR LA VOLUNTAD GENERAL DE LOS PUEBLOS”.

XV.- ENTEREZA (para soportar a pie firme lo que venga, a quien venga, y como venga, ¡con todo! Porque para eso están los enamorados: Eva con la cara al opaco sol triste de Lima en invierno, y a la Paraca que viene del sur hasta cubrir lo más alto de las Torres Gemelas de Babel, y derribarlas de un sólo soplo de ira, reprimida durante demasiado tiempo, más del que fue prudente dejar que se acumule y desborde en llanto inocente).............................................................................................................298

XVI.- ESPERANZA (audiencia reservada, para las partes, sus testigos, peritos, y abogados: Eva en su aprendizaje y preparación para entablar diálogos francos, directos, útiles, que son los que, de verdad, resuelven todos los problemas que se nos pueden presentar por los caminos del mundo).......................................................328

XVII.- PLENITUD (entregados a un diálogo intenso de servicio, abierto, práctico, y productivo, que no hay forma que no resulte en una solución efectiva, inmediata, e inevitable para todos)...........................................................................................379

XVIII.- SENSATEZ (al formular con equilibrio, sereno e independiente, las conclusiones de hecho y de Derecho que presenta la defensa de Eva, para poder entender mejor su amor a Dios incomprendido, la novedosa y sorpresiva pedagogía en el Paraíso; y calcular los costos, cuantiosos daños irreparables, así como el tiempo irrecuperable que nos hace perder a todos, sin querer, cada ciudadano distraído, atolondrado, e irreflexivo en comunidades autoritarias en desarrollo, que debe indemnizarnos con una suma equivalente al triple de los daños sufridos, en responsabilidades cívicas que asuma a partir de la sentencia que reciba de su propia conciencia como justa reparación ciudadana)........................................................406

XIX.- GRATITUD (a la gravedad y la gracia, a la soledad y la ternura, y al servicio socialmente eficiente con alegría, que nos prestó Eva a todos los demás, aún después de haber sido violada, maltratada y golpeada por nosotros; las que están debidamente registradas y completas, en el inventario de la masa hereditaria preparado – de acuerdo a lo prescrito por ley- por su albacea testamentario, designado en el emotivo y conmovedor testamento de Eva; con las lecciones que nos deja para aprender de su violenta vida literaria)............................................................................................422

 

TERCER ACTO: “INFORME SOBRE UTILIDADES SOCIALMENTE EFICIENTES, Y REPARTO DE DIVIDENDOS CONFIABLES, A LOS CIUDADANOS QUE SON SOCIOS O ACCIONISTAS DE LA JUSTICIA Y LAS LEYES, AL FINAL DE CADA EJERCICIO ANUAL, COMO EN CUALQUIER OTRA EMPRESA DESPUÉS DE HABER PAGADO LOS IMPUESTOS QUE CUBRAN LOS GASTOS DE HABER NIVELADO LA PISTA DEL SALÓN DE BAILE, Y TODOS PODAMOS DIVERTIRNOS POR IGUAL, A NUESTRO BIEN GANADO GUSTO, EN LA GRAN FIESTA DE FIN DE AÑO”.

XX.- AL FIN ¡LA LIBERTAD! (bajo la sombra apacible de la Paz combatiente, que protege a quien siempre vive bajo sus ramas de fuego – insensatamente feliz y enamorado- al apagar la luz, ya cansado, darme vuelta en la cama para dormir y pensar en ti; como único Epílogo Interior que es aceptable para lograr un sueño profundo reparador, aunque sea intrascendente en lo jurídico, y desconcertante en todo lo demás que contiene. Lo cual, seguramente se declarará improcedente en cualquier corte del mundo autoritario en desarrollo. Pero, no aquí dentro de mí ni ahora mismo; porque sólo para eso es que se jugó la vida y la muerte esa mujer del Paraíso, que ya no me acuerdo como se llamaba. ¡Si no seré ingrato! [Pero si, que era alta, morena, achinada, madura, gordita, “sexy”, con un tatuaje en la cadera; y besaba bonito, ¡realmente rico!]. Por eso es que nunca pude olvidarla. Y porque cada vez que, sin darme cuenta o me distraigo, la olvido, me duele mucho y se me escapa un grito agudo –más bien diría un alarido- desde lo más hondo de la entraña ciudadana en busca de Justicia, de Paz y de Felicidad para la comunidad en que vivo y transpiro diariamente mis, hasta ahora, inútiles esfuerzos).................................................................................................426

 

NOTA PARA JUAN.................................................................................................................436

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VADEMECUM DE BOLSILLO COMO GUÍA PARA UN PEQUEÑO INVERSIONISTA EN EMPRESAS IMPOSIBLES DE SERVICIO QUE, SIN EMBARGO, SON MUY ÚTILES A LA COMUNIDAD Y TAMBIÉN MUY RENTABLES A MEDIANO (CINCO AÑOS) Y LARGO (DIEZ AÑOS) PLAZOS CON RESULTADOS DE ENTRE 15% Y 18% DE DIFERENCIA ADICIONAL EN LA TASA DE CRECIMIENTO DEL PAÍS Y AUMENTOS DE APROBACIÓN EN LOS SONDEOS DE OPINIÓN CIUDADANA, DESDE LOS ACTUALES, ENTRE 13% A 18%, HASTA ALREDEDOR DE 50%, O MÁS, EN LOS MISMOS PLAZOS.

(Preparado profesionalmente con el asesoramiento técnico de un ex-director de la Conasev; un ex gerente general adjunto del BCR; y revisado por un consejero consultivo del Indecopi experto especializado en estos temas).

(LECTURA EN VOZ BAJA DEL POEMA DE AMÉRICO FERRARI “INTRODUCCIÓN A LA LENTITUD DEL BOSQUE”, CON EL PRELUDIO A LA ÓPERA “PARSIFAL” DE RICHARD WAGNER, COMO MÚSICA DE FONDO)

Este libro es secuencia natural de otro anterior, “Una Justicia para el Habitante Común” (UPC, 2005), y prosigue por el mismo camino en la pausa que interrumpió el anterior, para tomar aire y cobrar aliento. Reinicia su andar con experiencias recogidas por trochas de entrevistas, diálogos y de trabajos de campo, voluntarios e interdisciplinarios, en los que ha sido posible dibujar el contorno de una silueta ciudadana que le ha permitido penetrar debajo de la piel y llegar al subconsciente cultural que nos atrapa entre las lianas o raíces imaginadas por el miedo, que son el mayor obstáculo en todos los esfuerzos para lograr un nivel de servicio aceptable en nuestro sistema de justicia y nuestras leyes, ambos insatisfactorios por su ineficiencia social, que es la herencia autoritaria que podríamos renunciar para encontrar la paz, sin que nos animemos del todo todavía. En cuanto a las herramientas que se emplea en este libro como método deliberado para “romper el hielo” ciudadano y establecer comunicación, se trata de uno más en ya varios ensayos escritos intentando trabajar variaciones de carácter ciudadano sobre percepciones populares de la Justicia y de las Leyes, a través de la cultura – no de los conocimientos- que nos sirvan de espejo y que refleja –en este caso- la Biblia, leída como la historia interior de un sistema legal y de justicia, implícitos. Pero, que es igual a cualquier otro sistema jurídico actual o del pasado. Si nuestra cultura huraña no ha aprendido todavía a reconocerlos de esta manera, ello se debe a que todavía vive encerrada dentro de sí misma y sólo se alimenta de comida enlatada, guardada en sobres, o deshidratada como un sustituto bueno para emergencias, pero que ya duran demasiado.

Para quienes puedan experimentar cierta incomodidad, ansiedad cívica o de cualquier otro tipo al leer estas líneas, el autor les ofrece como un tranquilizante, los pasamanos o barandas de seguridad intelectual respetable, comercial y política, explicándoles que no se trata sino de la forma más moderna, práctica, efectiva y útil para enfrentar los desafíos descomunales que nos presenta en la cara el siglo XXI, empleando lo que algunas personas llaman el Método Comparado para Estudiar la Justicia y las Leyes, con el que entra a la vida ciudadana por la retaguardia, aprovechando fracturas, brechas y grietas menos esperados; por eso desguarecidos de defensas. Ya han aparecido publicados varios de estos ensayos de cultura ciudadana para la Justicia; el primero, en Hueso Húmero, N°42; del año 2003; dos más en la Revista del Foro órgano oficial del Colegio de Abogados de Lima, en números semestrales correspondientes a los años 2004 y 2005, respectivamente; un cuarto ensayo, en Cáthedra, publicación de estudiantes en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima; y, finalmente, otro en la Revista Derecho y Sociedad publicada por un grupo de alumnos de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Es llamativa la rigidez y poder real que tienen las simples clasificaciones, en culturas que -aunque externa y legalmente son libres- siguen siendo tributarias de invisibles gobiernos autoritarios y dictaduras que las crearon y nutrieron, pero que ya no existen sino dentro de cada individuo. Y aunque son apariencias formales, meramente académicas, y sólo para administrar conocimientos; sin embargo, todavía yerguen su altivez de instrumentos o herramientas, sobre la realidad que las sustenta mientras cobran una vida artificial privilegiada que impone su dominio abusivo sobre hechos simples o cuantiosos que ignoran, y a los que sobreviven cuando ellos ya se extinguieron. En ellas, las clasificaciones se han convertido en substitutos o reemplazos que son impostores de realidades que frecuentemente son muy duras de aceptar o siquiera articular y, a causa de ello, muy fáciles de suplantar con cualquier otra clasificación tranquilizante, que cambia un engaño por otro más suave, con muchas menos preocupaciones. O, por generalizaciones que aparentemente son inocuas, y apaciguan los hechos detrás de un vocablo feliz u oportuno como “para salvar el momento difícil o delicado”, o “las circunstancias dramáticas”, que sirven de cascabel en la cola de nuestro persistente e inoportuno gato ciudadano que quiere atender los problemas principales, de los que nos ofrecen las acostumbradas sobras y migajas que quedan después del opíparo banquete de circunstancias y coyunturas “críticas, urgentes y verdaderamente importantes”. En una ocasión, al ser presentado por una amiga común al presidente de una importante cadena de diarios sudamericana que visitaba Lima por unos días, y tener en mi mano, de manera casual en ese instante, el primer ejemplar de estas publicaciones que he mencionado y enseñárselas como una novedad, la espontánea exclamación del visitante fue: “¿Ah, Opus Dei?” Ante lo cual no pude menos que soltar una carcajada abierta, tan cordial y sincera como sorprendida.

La intuición de la existencia y permanente presencia cívica de esta cultura subterránea, prejuiciosa por ser atolondrada, fue uno de los elementos que estimuló más mi empeño de continuar la exploración con mayor profundidad en este camino, nuevo y distinto del que, hasta entonces, era el usual para mí como jurista o reformador. Busqué ya fuese en la Biblia, en el cancionero popular, el sentido de humor escondido detrás de chistes comunes que contamos entre amigos; y en cualquier otro objeto, obra de arte, o personaje literario que hayan sido adoptados como emblema o insignia populares, con total independencia de su calidad intrínseca y su valor en sí. Lo importante que hay en cada uno de ellos para este propósito específico, y su utilidad práctica para ejercicios de aproximación por una retaguardia desprevenida, consiste –precisamente- en su valor como herramienta capturada por sorpresa para desenterrar y abrir el subconsciente de la Justicia y de las Leyes, como si estas fueran fardos funerarios en que podemos analizar y trabajar sobre opiniones que no están a la vista del público en general, sino expresadas en otros lenguajes cuya clave y secreto han sido secuestrados inesperadamente, porque no están “en guardia” para “quedar bien”, diciendo “lo correcto” que cubre con un taparrabo los prejuicios, torpezas y discriminaciones escondidos como un vergonzoso “secreto intelectual” de familia que no se atreven a confesar y discutir en público, a pesar de tener conciencia que está mal sentir o pensar de esa manera, pero no saben como vivir conductas diferentes. Y, tampoco quieren sufrir la imaginaria humillación que representa pedir consejo o ayuda para lo obvio, que es el mayor obstáculo, porque es el miedo a mirarse a sí mismos y descubrir que no son lo que sienten o piensan ser; a pesar que en la gran mayoría de los casos son mucho mejores, pero no saben ni quieren aprender a vivir normalmente con su miedo normal a cuestas, que ya es parte natural de la vida que compartimos todos.

Estos lenguajes ocultos y desprevenidos guardan el secreto sagrado y la semilla de “lo justo”, que los revela a través de su implícita “popularidad” o “éxito” instintivos, más que de su calidad en sí, que para este fin particular es un dato intrascendente más, neutro o ambiguo por añadidura, pero que ayuda a explicar –con otras coordenadas referenciales desubicadas con relación a “lo acostumbrado” – para lo que han aprendido a estar en guardia- y que al ser inesperadas nos sirven de fórceps cultural, cívico, para desentrañar y descifrar el atrincherado secreto instintivo, interesado y ciudadano, que se defiende y resiste con furor fiero, y muchísimo miedo, a asumir su libertad. Este ataque cultural a traición, nos sirve para ubicar también, la precisa situación de nuestros verdaderos dilemas y problemas éticos que no nos atrevemos a manifestar abiertamente –de igual forma a como en siglos pasados daba vergüenza confesar en público padecer de tuberculosis o sífilis y, más recientemente, Sida; ni aún mirándonos frente a un espejo, a solas. Y ubicar estos dilemas para traducirlos a otros lenguajes domésticos y cotidianos más simples y por eso fácilmente comprensibles, para ayudarlos a desembocar en acciones concretas de soluciones numéricas comprobables por todos y por cualquiera. Pero, este método que ya ha aplicado el autor en muchas culturas autoritarias, retraídas y evasivas, que son los rasgos para su identificación –tanto en Rusia, como en Guatemala, Indonesia o Egipto, y varios otros más con diversos matices vernáculos- precisamente a causa de esa traumática experiencia autoritaria, por lo general muy dolorosa, obliga a que los reformadores tengan que provocar exagerados “descarrilamientos” artificiales, “desquiciamientos” premeditados, “catástrofes” a mansalva, llamativos “escándalos” que desbordan los muros de contención previstos y desbarrancan fuera del camino programado y rutinario, al fabricar “desastres” deliberados, para poner a prueba si alguno de ellos quizás despierta al ciudadano elemental y ético que todos llevamos dentro como esencia de nuestra naturaleza animal, que vive adormecido en el letargo indolente de culturas autoritarias que se han cimentado en hábitos que han promovido con el atractivo de representar una conducta fácil, a corto plazo, en la que toda responsabilidad ha sido abdicada a favor de la autoridad “que todo lo sabe” “porque sólo ella tiene la información reservada por razones de seguridad nacional”; y despertarla violentamente con un inesperado baldazo de agua fría cultural, totalmente desatinado, insolente, irrespetuoso, irreverente e inoportuno; y logre así, obligarla a que salga a plena luz del día.

De los trabajos de campo es fácil distinguir pronto, que el autoritarismo se sedimenta, sólido, en simples hábitos que son siempre recompensados por rutinas y seguridades que son previsibles –como en los experimentos iniciales de Pavlov- pero que, en circunstancias provocadas artificialmente y alejados nosotros de la claridad eficiente de los instintos, nos precipita –sin notarlo- a observar todas las conductas que “nos premian” y abstenernos de las que “nos duelen”, sin discriminar ni darnos cuenta que al no cuestionar lo que nuestro instinto -o nuestras percepciones sensoriales administradas con sensatez- nos advierten y rechazan, por el instinto de conservación que también llamamos “sentido común”; nos hemos convertido en herejes del instinto natural e incurrido en la fe autoritaria y a su dogma sobre que es imposible cambiar las cosas en un país como el nuestro “ni en doscientos años”, porque “nuestro pueblo es diferente” , y porque los personajes o autoridades que tienen alguna posibilidad de hacerlo son “mediocres”. El enfrentamiento frontal, directo y agresivo es el método pedagógico que propicia mejor el desencadenamiento de responsabilidades que son naturales en las especies, y que, por eso mismo, se despeñan por la realidad inevitable en quienes, de otra manera, se niegan a ver lo evidente desde la cárcel racional que se han inventado para imponerse a la fuerza y torturarse a sí mismos, mientras están “en guardia” contra un ataque previsible y programado. Pero, no de los totalmente imprevistos porque son deliberadamente provocados a “traición”. Si bien esta resistencia sobrevive en los individuos, porque los exonera de los incómodos imprevistos en la intemperie, que exige enfrentar individualmente dilemas y asumir libremente responsabilidades; también de igual forma los incapacita, desarma y desconcierta, dejándolos inutilizados, a merced de lo “habitual”, “lo de costumbre”, “lo de siempre” y “seguro” que ofrece “la autoridad”; cuando estos se presentan frente a ellos bajo otra forma, o fuera del contexto que es el familiar, en el que se han acostumbrado a sentirse protegidos y seguros, aunque sean falsos, y sólo aire o trapos.

Este es el contexto real -en la mayor parte del mundo- dentro del que operan las leyes, la justicia y las autoridades que todos saben que son ineficientes y no producen impacto alguno, pero que les da a algunos grupos la artificial “seguridad” y “sosiego” momentáneos, como una droga cívica que adormece y complace a conciencias inseguras pero que enferma gravemente a grandes mayorías ciudadanas. Para que un ciudadano pueda expresarse con libertad enamorada y desinhibida, el método mejor para ayudarlo es dejar que, distraído por el ruido y las luces de colores, sin darse cuenta, perciba mezclado con el aire viciado en que, normalmente, respira un miasma que ya le parece natural, una bocanada de la frescura natural que propaga a su alrededor la libertad interior, que es inolvidable y no se puede comparar con ninguna otra cosa en el mundo; ni siquiera con un orgasmo, si éste no se produce en uso de esa misma libertad interior que construye el amor inevitable por cada persona al frente de nosotros. Después de vivir esa experiencia, como corre el dicho popular: “ gallina que come huevo aunque le quemen el pico”.

El síntoma que hallé en decenas de trabajos de campo sobre la justicia alrededor del mundo, con el Banco Mundial primero, y más tarde con el American Bar Association /UNDP Legal Resource Center, cuyo Consejo integro, ayudó para identificar y ubicar los problemas más comunes que se muestra, describe y analiza a lo largo de este trabajo; que básicamente son: el adormecimiento sensorial inducido que convierte al poblador o ciudadano promedio, en un individuo sorprendentemente inseguro de sí mismo –aunque no ofrezca la impresión de serlo-, y es por eso que desconfía de todos, se resiste a enfrentar directamente sus dilemas, y a tomar opciones concretas, claras, una vez que ha recibido toda la información que se requiere para hacerlo por sí mismo, a cualquier costo. Por eso, son mucho más manipulables y más fácilmente influenciables por cualquier estafador que se les presente con un elogio a flor de labios –sea éste de naturaleza intelectual, sentimental, comercial, laboral, profesional o política- sin poder hacer nada para impedirlo: Porque, no sólo no son conscientes de ello en estas culturas hurañas, sino que se resisten casi con violencia a encarar la posibilidad de serlo o darle solución, por su instigada desconfianza que nace de la inseguridad, y ésta del miedo que no quieren vivir con él porque no han aprendido a vivir con él, ni quieren aceptar que es la única forma de vivir que vale la pena, si se aprende a vivir con miedo. Porque el miedo no tiene porqué detenernos si lo enfrentamos con prudencia, antes de siquiera hacer el intento de solucionar cualquier otro desafío. Si hay algún método para resolver los problemas más importantes y serios, éste consiste en comenzar por el que nos da más miedo y nos cuesta más esfuerzo enfrentar, que por lo común es mirarnos a nosotros mismos como lo que realmente somos. Lo demás en la vida entera, en la justicia y las leyes también, es juego de párvulos y de niños de colegio. Porque no tener miedo no es ser imprudente, ni atentar contra el instinto de conservación en todas las especies. El miedo es muy semejante –en muchos aspectos- a la adicción dependiente a una droga cualquiera -en este caso a la “protección” psicológica que nos ofrece la “seguridad” artificial de una “autoridad” (las drogas inventan paraísos falsos, y las leyes paraísos forzados –como los “paraísos tributarios”; y -en otro aspecto- el miedo es semejante al gran alboroto y escándalo ruidoso que se produce cuando los padres de familia responsables, llevan a sus hijos pequeños a un puesto de vacunación infantil, y estos se resisten con gritos de violenta desesperación y furia angustiada, para evitar ser inmunizados contra la polio u otra enfermedad similar. O, como de igual manera, poco tiempo después se desatan en un mar de lágrimas y tristezas desoladas al creer que sus padres los dejan abandonados para siempre -según imaginan- en su primer día de colegio. La diferencia entre ambas situaciones muy parecidas, es que en materia de Justicia y de leyes, casi todas las vacunaciones forzadas por mano ajena o matrículas forzadas; por muy buenas que ambas sean, producen exactamente el efecto contrario, el que se quiere evitar a toda costa. Porque sustituir una autoridad “buena y sabia” en reemplazo de otra autoridad “torpe y perversa”, a mediano y largo plazo, agrava la enfermedad en vez de prevenirla o curarla para siempre, ya que el individuo seguirá siempre dependiendo de alguien o de algo, como un pretexto que ya es un hábito. Y por eso es importante tener conciencia que necesitamos de todos pero no debemos depender de nadie en absoluto, no importa de quién se trate, ni cuán sabio, bueno o importante sea: En eso consiste la esencia ciudadana, la de la Justicia y las leyes. Pero, quien tiene seguridad en sí mismo, porque ha logrado identificarse a sí mismo plenamente, ya no es presa del miedo a escuchar a otros y confrontarse con ellos, porque ya sabe que si se enfrenta con un entendido y experimentado, sólo puede aprender cosas nuevas; o reafirmar su seguridad en las que ya sabe y ha vivido. Abdicar de esta independencia y libertad es como si vendiéramos una especie de primogenitura ciudadana por el “fast food”, de “un plato de lentejas” y su éxito momentáneo, tan espectaculares como inservibles para la nutrición, a mediano plazo. O, si se prefiere usar otro lenguaje más burdo, aunque disfrazado de desenfado mundano, se trata sólo de un “quickie” cívico, a costa de la mayoría de pobladores en una comunidad que ya tiene demasiados problemas serios, como para que irresponsablemente le añadamos otro más. O, como corre el otro dicho, también popular: “Ya éramos muchos, y encima ¡parió mi abuela!”.

Todo esto se acentúa y se vuelve perpetuo por la falta de una capacitación para adultos adecuada para las circunstancias y desafíos actuales, que no es la muy deficiente, y promovida por aquellos que estimulan dependencias o adicciones que sólo ellos pueden tranquilizar, y sólo ellos con su sabiduría o poder importante, puede aplacar su inseguridad en dosis controladas o a cuentagotas. Pero, hay otras formas de capacitación para adultos que promueve dar importancia y atender con prioridad este problema específico que propicia destrezas e instiga habilidades que ayudan a recuperar el reconocimiento y la administración con eficiencia instintiva, de nuestras percepciones sensoriales, así como de las interferencias que normalmente sufren estas, según los criterios de discernimiento desarrollados experimentalmente por cada individuo, y la discriminación entre la multiplicidad de experiencias perceptivas de acuerdo a un orden de prioridades aceptable y transparente, que pueda ser aplicado en forma general, reversible, y comunicado sin ambigüedades. Cualquiera que pueda ser el orden que se establezca para un momento y lugar determinados, este orden permanente o precario, necesita ser consistente y coherente consigo mismo, para ser confiable, ofrecer la seguridad que necesitan y demandan, y de esta manera recuperar credibilidad ante los demás. Este tipo de educación adulta ciudadana, exige la formación de una estricta disciplina libre para percibir, identificar, y enfrentar los dilemas, tomando opciones, en vez de huir aparentemente sólo de ambos, aunque en realidad huimos de nosotros mismos. Porque se trata de enfrentar cualquier desafío superándolo con propuestas propias de acciones transparentes inmediatas y soluciones participativas abiertas, comprobables numéricamente. En cierta forma, la ciudadanía, la Justicia y las leyes son equivalentes, o muy parecidas a una empresa para el restablecimiento equilibrado y sostenido del ecosistema y su ambiente, que debemos preservar para poder proteger la ciudadanía libre, revivir la Justicia, y revitalizar las leyes como especies en peligro de extinción. Hay una educación para adultos diseñada para este fin en específico; y parte de esta experiencia diferente han sido una conferencia internacional, con participantes de cuatro continentes, convocada en Dallas, Texas, U.S.A. en Marzo de 2006; y también un libro que está en prensa y debe aparecer este año de 2007, publicado por el British Institute of International and Comparative Law, con el título de “Law, Culture, and Economic Development”. Son ambos, en cierta forma, el punto más alto de un camino que empezó en 1993, y en el Banco Mundial, con un ensayo corto “The Culture of Service in the Administration of Justice”; luego otro sobre “The Social Efficiency of Laws and its impact on Economic, Social and Political Development”; continuó después con otras reflexiones desarrolladas más extensamente en un tercer ensayo más largo, pero que tuvo que ser editado a sólo 60 páginas, para su adaptación a una publicación colectiva: “Judicial Systems: Challenges for the 21st Century”, que fue seguido, más tarde por varios ensayos más en español, como “Reformar la Justicia ¿De qué se Trata?”; un Libro “Una Justicia para el Habitante Común”, y otros ensayos todavía inéditos, como “ Una Nueva Oportunidad para Transformar la Justicia del Perú de 2006 a 2011”; “Antropología Cultural de la Corrupción Judicial en el Perú:2006”; “Propuesta para un Plan de Trabajo en la Academia de la Magistratura: 2006-2011”; “El Alma Dividida del Arbitraje”; y el más reciente y largo de los cuales es este libro sobre Eva, parada frente a nosotros y mirándonos en los ojos, desde la orilla opuesta del miedo que nos separa de ella, hasta el día en que el amor por alguien nos incendie por dentro en una conflagración inextinguible, e implacable.

La figura simbólica, mitológica o literaria de Eva en el Paraíso, reúne las condiciones y cualidades ideales como herramienta para obligarnos a salir a la superficie pública y ciudadana como realmente somos en la intimidad cultural más recóndita y escondida hasta para nosotros mismos. Como icono simbólico y emblema de la culpa genera el clima interno ideal de tensión eléctrica con el más alto voltaje, que rebosa de conflictos imprevistos, que son perfectos todos para este objetivo; porque combinan la mezcla insuperable de un enorme respeto ancestral, sagrado y cultural, una sabiduría doméstica, sencilla y cotidiana, y un asombro atávico inexpresable que nos arrincona perplejos, mudos y desorientados ante el misterio sin fin ni medidas. Es un icono cultural muy antiguo, indiscutible, aceptado y reconocido como uno de los pocos signos de identidad que es común a tres civilizaciones, que tiene la ventaja adicional de ser uno de los muy pocos en que convergen con unanimidad nivelada las tres principales religiones monoteístas del mundo, y que ya es parte natural de nuestra propia civilización. Este carácter teñido del mínimo suficiente de universalidad requerida para este experimento, nos permite descifrarla –como si fuera un pararrayos, un “doble” cinematográfico, un piloto de pruebas, o el ser humano que desempeña el papel de “hombre-bala” en un circo, y sale disparado por un cañón sin red protectora que lo proteja o salve su vida- a través de conductas activas reconocibles pero no expresadas verbalmente, que revelan los enigmas personales más recónditos, desapercibidos para nosotros mismos en nuestra propia cultura, en nuestra conducta personal, y en nuestra propia vida íntima, doméstica, vecinal, ciudadana, cotidianas, que súbitamente se sublevan, cobran vida propia independiente, se inmiscuyen y entrometen para hacerse presentes en todas nuestras perplejidades, dudas e indecisiones, ya fuera de las pantallas de televisión, de las noticias propaladas por la radio, de las primeras planas de los diarios y revistas, en escenarios, estrados o proscenios, aún para quienes no profesan ninguna fe o creencia religiosas, pero viven inmersos en nuestra civilización y cultura, sin darse cuenta. Y también –dolorosa y trágicamente- se hacen presentes en una inmensa mayoría de los actos de autoridad que nos gobiernan y obligan sin mayor explicación que la autoridad y el poder en sí mismos de cualquier tipo que sean. Es igual que revistan la forma oficial de una ley o la expresión verbal de un simple “ai ta’ pé” de barrio, o en una pelea de cantina.

Si bien Eva forma parte de la creación religiosa del mundo para el judaísmo, cristianismo y el Islam; y con Abraham, son dos de los pilares éticos emblemáticos, que representan conflictos y dilemas cotidianos muy comunes e invisibles, son parte esencial del tronco bíblico común a casi la mitad de la población mundial hoy día; pero que, a partir del conflicto familiar entre Abraham, Sara y Agar, Ismael e Isaac, como un referente cultural, que no es religioso o necesariamente la verdadera razón de la diferencia, incluso puede ser un pretexto o racionalización posterior al suceso, pero es de allí que comienza siglos después la bifurcación cultural del Judaísmo y el Islam; como antes, ya había bifurcado el cristianismo de Jesús del judaísmo tradicional, sobre el espinoso tema de la identidad del Mesías, que la tradición cristiana identifica con Jesús de Nazaret. Pero, si nos remontamos hasta la fuente única de nuestra tradición cultural ética y política común, Eva, entre sus dilemas y opciones determinantes, asume el papel protagónico en una decisión que tiene trascendencia ética de precedente frente a un desafío imposible remontado por un ancestro cultural común; una simbólica madre, agraria y de hierro o bronce, que nos amamantó de prioridades y de valentía en una civilización originalmente patriarcal y más tarde tribal, que se integró en una nación en marcha, y luego se desarrolló con ambición universal, ya medio globalizada.

Pero, aún así, Eva guarda múltiples claves culturales que no están descifradas totalmente en las conciencias, y por eso ha quedado investida todavía de interpretaciones culturales que delatan nuestra propia identidad refugiada en un rincón oscuro de la libertad en entredicho. Pero, también nos puede soltar al vuelo de un futuro que flamea al viento libre, integrado, global y, sólo por eso, enamorado y valiente. Todo ello, inevitablemente condujo –sin querer-a tratar de utilizar como una herramienta literaria al alcance y en proporción a las propias capacidades reales, el describir con detalle personalizado, mayor al acostumbrado jurídicamente, el brote, despertar, desarrollo y maduración del mundo jurídico y judicial al interior de un jurista promedio, sin talento o logros especiales, pero bien preparado, e increíblemente afortunado al haber tenido la poco frecuente oportunidad de vivir por dentro y por fuera, con intensidad de enamorado, el mundo de conocimientos exhibidos en los grandes museos jurídicos, o accesible en las mejores bibliotecas y aulas de Derecho en el mundo. Pero vividos afuera, en el viento y en la superficie áspera, rugosa, o encrespada de la realidad del descampado fresco o del calor transpirado y maloliente del planeta, con los entusiasmos, temores, intereses, ilusiones y sueños del mundo geográfico e íntimo, compartidos.

De manera, que quien lea estas páginas, no encontrará otras experiencias, descubrimientos, o revelaciones, que las suyas propias pero en otros lugares y tiempos que los suyos; que se limitan a la observación y registro de los efectos de nuestras raíces comunes descifradas en forma diferente, y por eso traducidas a conductas dispares; es decir culturas, que son las únicas que entorpecen y traban los persistentes esfuerzos ciudadanos, jurídicos y políticos para desarrollar una Justicia global, cuando nos enredamos en lo que nos hacen pensar que es real pero que en verdad sólo depende de nuestra libertad íntima y clara disolver. En individuos que son libres por dentro, esa libertad les permite penetrar hasta la profundidad de su conducta y, en la oscuridad parecida a la de un mecánico que repara el auto por debajo de la carrocería, oculto de la vista de todos, para transformar su conducta, es decir su cultura, que sumada a la libertad de otros más, alcance personalmente para un nivel aceptable propio en el respeto cotidiano, anónimo, y no reconocido por lo imperceptible para los demás que lo rodean, a los Derechos Humanos básicos, la protección de las diversas formas que adopta y como se desarrolla la vida familiar, los derechos laborales, el comercio y la inversión; porque, curiosamente, son todas esas interpretaciones culturales las que verdaderamente esconden y esquivan nuestros problemas más graves, escondidos como niños asustados detrás de las faldas recias, duras, y valientes de Eva, sin dar cara a la vida. Esta indecisión para madurar emocionalmente y enfrentar nuestros desafíos nos hace mucho más ardua, laboriosa, desalentadora, y costosa la labor de transformar la Justicia y mejorar la eficiencia social de las leyes en el Siglo XXI, con las reformas que ello necesita y conlleva dentro de nosotros, a miles de kilómetros y miles de años de distancia, y mucho antes de que podamos pensar, con seriedad responsable, en nuevas leyes, más presupuesto y otras cosas para las que todavía no estamos listos: como si fuéramos un conductor de vehículos experimentado, pero ebrio; como un niño cuyas piernas no alcanzan todavía los pedales de la bicicleta que quiere montar prematuramente; como un infante, con la autoridad de una pistola cargada en las manos desorientadas, con la que quiere asustar a la gente “grande” que huye despavorida y en espanto de su irresponsable poder inconsciente; o como un niño glotón y goloso que pide más comida, más y más, aunque otros no tengan, mientras todavía no ha terminado de comer ni siquiera un rincón de su plato enorme que a él le parece pequeño porque, como decían mi madre, mis abuelas y mis tías: “tienes los ojos más grandes que la barriga”.

Recién empieza con su historia en el Paraíso, este esfuerzo consciente y subterráneo, que enfrentamos hoy como el desafío que nos ofrece en este siglo una extraordinaria oportunidad para realizarnos y culminar nuestros sueños más grandes y ambiciosos. Eva, como figura literaria entrelazada en las ramas de una orquídea primordial, en las creencias más íntimas de las tres religiones monoteístas más importantes, nos infecta y contamina con su libertad valiente, audaz y enamorada, para lanzarnos así de enloquecidos, afiebrados y enfermos a la aventura de asumir la tarea de transformar individualmente nuestra parcela en la integridad de nuestro sistema de Justicia: Se comienza sin dinero, sin nuevas leyes, y sin cargos públicos o privados importantes con los siguientes actos cotidianos que son la medida de si estamos aptos para nuevas leyes, más presupuesto y poder, que son simples y fáciles, si se tiene honestidad, coherencia y valor secreto: 1) nunca pagar una coima; 2) nunca comprar un producto “pirata” o de contrabando; 3) no tratar de “arreglar” un asunto con “contactos”, sino con los hechos del caso, y argumentos claros; 4) No quedarse callado ante un abuso, sino reclamar respetuosa e incansablemente. Y 5) Estar siempre abierto a dialogar sobre cualquier tema o problema. Después de haber logrado que estos actos sean hábitos de los que ya no somos conscientes, si se puede y está a la mano, podremos reclutar un número de personas iguales, dispersas, en el mundo autoritario en desarrollo, para convertir a todos los sistemas jurídicos en servicios cuantificables, estadísticos y fácilmente comprobables, como un problema que es personal y urgente, para resolver hoy día mismo y aquí.

Este libro es, por esa razón, una premeditada emboscada, una trampa urdida estratégicamente, y un callejón sin salida del que sólo podemos escapar vivos si somos libres y enamorados; o sino, muertos de una puñalada por la espalda que – sin más testigos del crimen- nos demos a traición nosotros mismos. No hay otra alternativa.

¡Palabra!

 RGMU

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