Revista Jurídica Cajamarca | |||
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La exclusión social y la pobreza: El caso peruano en la década de FujimoriChristian Fernando Tantaleán Odar (*)
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I PARTE
SUMARIO I PARTE Introducción. Exclusión Social. 1. Exclusión Social en diferentes modelos de Sociedad. 2. Definiciones prácticas de Exclusión Social. 3. El Derecho y la Exclusión Social. 4. Tipos de Exclusión social. 5. La Integración Social como medida de Solución a la Exclusión Social. Fuentes de Consulta.
II PARTE La Pobreza y la Exclusión Social. 1. La Pobreza: Algunas Evidencias en los estudios de casos. 2. Caso específico de Exclusión Social: La Pobreza Peruana. Conclusiones. Fuentes de Consulta. INTRODUCCIÓN El
presente trabajo tiene como enfoque dar a conocer alcances sumamente
importantes acerca de la exclusión social y su repercusión dentro de la
Sociología del Derecho. La pobreza peruana, especialmente la existente
dentro del gobierno del ex presidente del Perú, Alberto Fujimori, será
materia de análisis en este estudio que tiene como objetivos los
siguientes: -
Demostrar la existencia real de la
Exclusión Social a nivel de Pobreza, tanto en el ámbito internacional
como local. -
Establecer posibles soluciones o
estrategias para erradicar o dar fin a los problemas de Exclusión Social
a través de mecanismos de Integración Social. -
Favorecer la sensibilización de la
sociedad sobre la situación y problemas de las personas excluidas, así
como tomar conciencia de las condiciones humanas en las que viven. EXCLUSIÓN SOCIALLa idea de exclusión social ofrece una manera de integrar nociones
tenuemente conectadas tales como la pobreza, la privación, la falta de
acceso a bienes, servicios y activos, la precariedad de los derechos
sociales, entre otros. Como concepto analítico, el término
exclusión social se acuñó originalmente en Francia en 1974 para
referirse a varias categorías de personas tildadas como "problemas
sociales" y quienes no gozaban de la protección del seguro social.
Dentro de este concepto, la exclusión social se refería a un proceso de
desintegración social en el sentido de una ruptura progresiva de las
relaciones entre el individuo y la sociedad. Desde fines de los 80, sin
embargo, el término "exclusión social" también ha sido
difundido por la Comisión Europea, la que estaba crecientemente
preocupada por los problemas del desempleo a largo plazo, de los
trabajadores no calificados y de los inmigrantes. Aunque el uso y el poder
de la noción de la exclusión social estaba bien establecida en Europa
Occidental y también, en alguna medida, en los Estados Unidos bajo el
membrete de la "subclase" (underclass), estaba mayormente
ausente del debate respecto al desarrollo social que se estaba llevando a
cabo en el mundo no industrializado. La
aparición del proyecto
IILS/PNUD
tuvo como uno de sus objetivos el probar la relevancia y valor de la
Exclusión Social en aquellos países no industrializados. Así, Como un
primer paso, el proyecto se concentró en una revisión de la literatura
regional, concentrándose en la literatura sobre la pobreza desde la
perspectiva de la exclusión social. Tres puntos de vista principales
surgieron de tales revisiones. El primero
es el del escepticismo respecto a la idea de extender los conceptos
formulados en Europa Occidental a los países en desarrollo. Esto se debió
a que tal exportación de ideas simplemente aplicaría un nuevo membrete a
enfoques de larga data y localmente desarrollados sobre los problemas
sociales, obscureciendo otras causas de la pobreza más importantes que la
exclusión, tales como la heterogeneidad estructural, los términos bajo
los cuales la gente participa en la economía y en la sociedad. En
contraste, el segundo
punto de vista indicaba que el concepto era útil en la medida que permitía
la integración de diversas ideas débilmente conectadas respecto a la
desventaja social, a la vez que ampliaba la idea de la privación al
dirigir mayor atención a la pobreza como un proceso que incluye a agentes
y a instituciones y que explicita el juego entre sus dimensiones
materiales y no materiales. En tercer
lugar, surgió el consenso que esta teoría se superpone y es más amplia
que la mayoría, si no toda, la literatura respecto a la pobreza y a como
enfocarla y, como tal, podría utilizarse como la base para construir un
marco de referencia para el análisis de la pobreza. Los beneficios de promover
políticas de inclusión son muchos. Un estudio contratado por el BID en
el 2001 estimó las ganancias en el Producto Interno Bruto (PIB) si se
elimina la discriminación de indígenas y personas de ascendencia
africana en los mercados laborales. Los resultados son dramáticos: la
economía de Bolivia, crecería un 36.7%; la de Brasil, un 12,8%; la
economía de Guatemala un 13,6%; y la de Perú, un 4,2%. Estas
estimaciones no tienen en cuenta las mejoras en términos de cohesión
social, integración comunitaria, desarrollo educativo, entre otras, que
también resultan de una mayor inclusión. Los organismos multilaterales
como el BID buscan trabajar con los países para lograr desarrollo económico,
social e individual en la región a través de promover políticas de
inclusión social. 1.
LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN DIFERENTES MODELOS DE SOCIEDAD. Escoger definiciones sobre Exclusión Social significa, primeramente,
aceptar el bagaje teórico e ideológico que se asocia con ella.
El proyecto IILS/PNUD, ya antes mencionado, llevado a cabo en
paralelo con estas revisiones indicó, como una de sus características
principales que la idea de la exclusión social tiene muchos significados,
notablemente debido a que depende, en gran medida, de los diferentes
paradigmas o modos de pensar respecto a la sociedad. Los tres paradigmas más
persistentes al análisis de la exclusión social serían: "solidaridad",
"especialización" y "monopolio". Estos tres
paradigmas son, en realidad, teorías de la sociedad y la exclusión tiene
diferentes causas y significados en cada uno de ellos. Cada paradigma
atribuye la exclusión a una causa diferente, y se basa en una diferente
filosofía política: republicanismo, liberalismo y democracia social.
Cada uno ofrece una explicación para las múltiples formas de desventaja
social, económica, política y cultural; y así, abarca teorías de
pobreza y desempleo a largo plazo, desigualdad racial-étnica y ciudadanía.
a.
El primer paradigma, la solidaridad,
considera la exclusión como una ruptura del vínculo social, un fracaso
en la relación entre la sociedad y el individuo. Existe implícitamente
un núcleo de valores y derechos compartidos, una "comunidad
moral", alrededor de la cual se construye el orden social; una
variedad de instituciones aportan los mecanismos para integrar a los
individuos a la sociedad, y la exclusión refleja su fracaso así como un
posible peligro para el cuerpo social. Este modelo aporta los cimientos de
la idea republicana del Estado Francés; muchos regímenes nacionalistas
auspician una lógica similar. Es dentro de este modelo que se originara
la idea actual de la exclusión. El porqué es bastante obvio: Hay una
clara noción unitaria respecto a qué es aquello de lo que quedan
excluidos los individuos y los grupos. b.
El segundo paradigma, la especialización,
ve a la exclusión como que resulta de comportamientos e intercambios
individuales. Las sociedades están compuestas de individuos con diversos
intereses y capacidades, y la estructura de la sociedad se construye
alrededor de una división del trabajo y de los intercambios en las
esferas tanto económica como social. Los individuos podrán excluirse a
si mismos en base a lo que escojan, o podrán quedar excluidos debido a
los patrones de intereses o relaciones contractuales entre otros actores,
o sus exclusiones podrían ocurrir como resultado de la discriminación,
de las fallas del mercado o de derechos que no se hacen cumplir. La
sociedad puede verse como que está compuesta por individuos quienes
participan (voluntariamente) en algunos campos y quedan excluidos de
otros. La exclusión de un campo social no implica quedar excluidos de
todos los campos. Es así que aquí el concepto de la exclusión es mucho
mas débil que en el paradigma de la solidaridad. c.
El tercer paradigma, el monopolio, ve a la
sociedad como jerárquica, con diferentes grupos controlando los recursos.
Los de adentro protegen sus dominios contra los de afuera construyendo
barreras y restringiendo el acceso: a ocupaciones, a recursos culturales,
a bienes y servicios. Simultáneamente, promueven solidaridad dentro del
grupo. La membresía en una sociedad es, por lo tanto, necesariamente
desigual. Pero el cuadro puede ser complejo, con una jerarquía de
inclusiones y exclusiones mas que un simple dualismo como ocurre en el
modelo de la solidaridad. Las reglas que determinan el acceso a los grupos
mas privilegiados también determinan la vulnerabilidad, y deciden “quién”
queda excluido. Es así que se construye socialmente la identidad de los
excluidos. Los mismos mecanismos podrán excluir a inmigrantes en una
situación, a los analfabetos en otra, y a las minorías religiosas en una
tercera. La exclusión es un aspecto central de este paradigma, un
mecanismo que subyace la estructura existente de la sociedad. Estos tres paradigmas en
modo alguno agotan las diferentes maneras en las que se puede
conceptualizar la integración social. Pero representan los principales
modelos y deberían interpretarse como tipos ideales ya que, en realidad,
cada sociedad está compuesta de una mezcla particular de las ideas que
sustentan estos paradigmas. 2.
DEFINICIONES PRÁCTICAS DE EXCLUSIÓN SOCIAL. Con miras a complementar el
marco de referencia teórico, el proyecto ha escogido una definición
conceptual práctica de la exclusión social. Adoptó y amplió una
diferenciación utilizada dentro del marco del programa europeo de
investigación sobre la exclusión social, porque se hizo evidente que el
nivel de abstracción de esta definición permitía aplicar el concepto a
una amplia gama de países, a diferentes niveles de desarrollo y
diferentes posiciones en la economía mundial. La diferenciación se
establece entre la exclusión social como un atributo de las personas
y la exclusión social como una propiedad de las sociedades. 2.1.
La Exclusión Social como un Atributo de las Personas: Se concentra directamente en la clase de vida que está
teniendo la gente. Aquellas personas o grupos
que quedan excluidos se les considera que están en una situación de
desventaja, de la misma manera como se consideran en desventaja aquellos
con bajos ingresos. Pero el uso de la idea de la exclusión social va mas
allá de una limitada definición de la pobreza como una falta de ingresos
o de bienes materiales. El describir a personas como "socialmente
excluidas" (en lugar de describirlas como "pobres") es
sugerir que, en cierto sentido, están socialmente aisladas, que
"tienen", o han experimentado, una débil relacionabilidad
social. A los socialmente excluidos les podrán faltar vínculos con la
familia, la comunidad local, las asociaciones voluntarias, los sindicatos
o hasta con la nación. Podrán también tener desventajas en cuanto a la
medida de sus derechos legales o de su capacidad para realmente
ejercerlos. Esta perspectiva también ve la desventaja personal como una
situación multidimensional y, en contraste con las tradicionales ideas
sobre el estándar de vida y la pobreza, fusiona los aspectos de la
desventaja relacionados tanto con el consumo como con el trabajo.
Finalmente, se concentra sobre la dinámica de la causación cumulativa,
describiendo los efectos de una retroalimentación (feedback) positiva que
refuerzan la desventaja y que la pueden hacer irreversible, así como
también los factores que pueden evitar los procesos de marginalización y
de "desafiliación social". Es así que, esta manera de
describir la desventaja dirige la atención a la capacidad de las personas
para cambiar su posición dentro de una distribución de ingresos y
jerarquía social, así como a la manera en que se distribuyen los
ingresos y la forma de la jerarquía misma. Trae a colación preguntas
respecto a la adecuidad de políticas de prestaciones sociales basadas en
seguros contra riesgos y fluctuaciones cíclicas de la actividad económica
para encarar emergentes patrones de desventaja. 2.2.La
Exclusión Social como una Propiedad de las Sociedades: Puede definirse de varias maneras. Un enfoque útil
es una perspectiva institucional en la que la exclusión social es una
propiedad del marco institucional básico y de los arreglos
institucionales vigentes dentro de los que tanto las personas como los
grupos "escogen opciones y continúan con su trabajo diario de
ganarse la vida". En este sentido la exclusión social no se
concentra en las personas sino en las instituciones, las reglas,
formales e informales, explícitas y tácitas, que permiten y limitan la
interacción humana. La exclusión social está presente como una
propiedad estructural de un sistema socioeconómico cuando: (a)
Una sociedad está dividida en segmentos y "los
diversos segmentos de la sociedad se organizan en base a diferentes
reglas, procesos a instituciones que producen diferentes sistemas de
incentivos y desincentivos ante los cuales responden las personas"; y (b)
Las reglas que permiten y limitan el acceso y la titularidad
sobre los bienes, servicios, actividades y recursos son injustas en el
sentido de que a ciertas categorías de personas se les niegan
oportunidades que sí están abiertas a otras personas semejantes. La
exclusión social es una propiedad de la sociedad si están presentes
formas de discriminación racial, sexual y de otra índole; si están
segmentados los mercados mediante los cuales las personas pueden ganarse
la vida; o si los bienes públicos, que en teoría deberían estar al
alcance de todos, sólo son semi-públicos. En el proyecto, y principalmente mediante el trabajo
de los equipos nacionales, se demostró que existían diferentes
interpretaciones para tales definiciones. El concepto de la exclusión
social se definió de una manera que era "apropiada para la situación
de un país en particular". Por ejemplo, en el estudio del caso del Perú,
la exclusión social es la incapacidad para participar en la vida económica,
cultural y política. En el caso de Tailandia, la exclusión social
es un proceso mediante el cual no se reconocen ni se respetan los derechos
ciudadanos sobre los que descansan los estándares de ingresos y de vida.
En Rusia, la exclusión social es una situación de privación múltiple,
siendo una característica a la vez objetiva y subjetiva de la vida de las
personas. Pero estas diversas definiciones tienen cierto número
de ingredientes en común. La exclusión social siempre se ve como un estado
de malestar e discapacidad (pérdida de poder, inhabilitación)
que experimentan las personas y los grupos. Como una descripción de la
desventaja individual, la exclusión social abarca tanto problemas de bienestar--tal
como se le entiende convencionalmente en los análisis económicos de la
pobreza--y de agenciamiento--la incapacidad de las
personas para encontrar empleo, para ganarse la vida o medios a través de
los cuales se alcancen los derechos. Como una característica de la
estructura de las sociedades, la exclusión social se manifiesta en
repetidos patrones de relacionamientos sociales en los que a personas y
grupos se les niega acceso a los bienes, servicios,
actividades y recursos concomitantes con la condición de ciudadanos.
Finalmente, los estudios también han demostrado que la exclusión social
puede analizarse como un estado y como un proceso.
En ambos casos esto implica ir mas allá de mecanismos de asignación de
recursos y pasar a relaciones de poder, cultura e identidad social. 3.
EL DERECHO Y LA EXCLUSIÓN SOCIAL. Excluir
significa diferenciar, distinguir, separar una cosa de otra. La Exclusión
es una situación en la que una persona o grupo es tratada de forma
desfavorable a causa de prejuicios, generalmente por pertenecer a una
categoría social distinta. Debe distinguirse de la discriminación
positiva (que supone diferenciación y reconocimiento); entre esas categorías
se encuentran la raza, la orientación sexual, la religión, el rango
socioeconómico, la edad y la discapacidad. Existe una amplia legislación
contra la discriminación en materia de igualdad de oportunidades de
empleo, vivienda y bienes y servicios. 3.1.
¿CÓMO SE PRESENTA LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN LA ACTUALIDAD? La
mayor parte de los países practican la exclusión contra extranjeros y
otras minorías dentro de sus fronteras. Esta discriminación puede ser
por razones de religión (como la existente entre protestantes y católicos
o entre musulmanes y judíos), por razones de raza (como la política de apartheid
que se practicó en Sudáfrica entre 1948 y 1992) o por razones de sexo
(como ocurre en muchos países donde las mujeres tienen derechos muy
limitados, o la discriminación a homosexuales). La legislación de cada
país debería ser el medio para combatir la discriminación, pero con
frecuencia son precisamente estas leyes las que, de forma activa o pasiva,
alientan las prácticas discriminatorias. Por lo general se ha observado
que la discriminación aumenta de forma considerable en períodos de
recesión económica, en donde la población vuelca su insatisfacción
sobre otros grupos étnicos o religiosos considerados como presuntos
causantes de esta situación. Los
esfuerzos internacionales para combatir la discriminación han sido casi
inexistentes hasta la aprobación de la Carta de las Naciones Unidas (ONU)
en 1945. Uno de los objetivos de este documento era fomentar "el
respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos
los individuos sin distinción de raza, sexo, idioma o religión". La
Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas en 1948, contiene una amplia afirmación de
los derechos humanos, aunque carece de efecto vinculante sobre los Estados
miembros. Posteriormente la Asamblea General aprobó el Acuerdo sobre
Derechos Civiles y Políticos (que entró en vigor en 1976), así como
acuerdos específicos sobre prevención y penalización del genocidio y
sobre eliminación de cualquier forma de exclusión racial. Estos acuerdos
fueron firmados por la gran mayoría de los países, entre los que no se
encontraba Estados Unidos, aunque en febrero de 1986 el Senado de este país
respaldó la condena de la ONU sobre el genocidio. El
principal obstáculo a la protección internacional de los derechos
humanos es el hecho de que la mayoría de los países no aceptan la
intervención en sus asuntos internos, y no reconocen la exclusión y
discriminación de sus propios ciudadanos. En cierta medida esta
dificultad ha podido ser solventada por organizaciones como la Comisión
Europea de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos. Algunas organizaciones independientes, como Amnistía
Internacional, trabajan por la protección de los derechos humanos y
contra la exclusión y discriminación en todo el mundo. 3.2.
¿QUÉ ES EXCLUIR PARA EL DERECHO? Aunque
en general significa acción y efecto de separar o distinguir unas cosas
de otras, en Derecho el término hace referencia al trato de inferioridad
dado a una persona o grupo de personas por motivos raciales, religiosos,
políticos, de sexo, de filiación o ideológicos, entre otros. Ha
sido tradicional la desigual consideración de los hijos según fuera su
origen matrimonial o extramatrimonial. Así, los segundos tenían menos
derechos en la herencia de sus progenitores que los hijos habidos en
matrimonio. También, en el ámbito laboral, es reseñable el trato
discriminatorio que sufren las mujeres, pues el coste que para las
empresas supone contratar a una mujer, en especial si está casada, es
mayor si se tiene en cuenta una posible baja por maternidad. Es célebre
el caso que en Francia protagonizaron hace décadas las auxiliares de
vuelo de la compañía aérea Air France: la discriminación venía dada,
no por la condición de mujer, sino por la de ser mujer casada. La
política oficial de apartheid fue
abolida en la República Sudafricana, en lo cual tuvo un protagonismo
indudable el dirigente de la población negra Nelson Mandela, además de
las presiones internacionales generalizadas. A pesar de todo, en los últimos
tiempos se han recrudecido las prácticas racistas o xenófobas en los países
occidentales (skin heads o
'cabezas rapadas', grupos neonazis, entre otros), y de una manera
alarmante en algunos países árabes (Argelia, Irán, Egipto), en éstos
ya con serias implicaciones religiosas. Las
modernas Constituciones prohíben la Exclusión Social, a partir de la
proclamación de la igualdad de los ciudadanos ante
la Ley.
Es más, uno de los llamados derechos fundamentales es precisamente la no-discriminación por razón de
nacimiento, sexo, raza o cualquier condición personal o social.
En la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de 1948 este
derecho se encuentra reconocido expresamente. No
son pocas las legislaciones penales que consideran delito la práctica del
funcionario público o del particular que desempeña un servicio público
que deniega a una persona, por razón de origen, sexo, religión o raza,
una prestación a la que tiene derecho. La
Constitución Política del Perú de 1993 señala claramente en el artículo
20 inciso 2, que: “Toda persona tiene derecho a la igualdad
ante la Ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo,
idioma, religión, opinión, condición económica, o de cualquier otra índole”.
De igual manera, en el artículo 260, plasma dentro de su
contenido la igualdad de oportunidades, concepto según el cual todas las
personas deben tener las mismas oportunidades para acceder al mercado de
trabajo, y no se debe ser objeto de discriminación por razón de sexo,
raza, edad o creencias religiosas. Muchos países han promulgado leyes que
castigan al que niegue un puesto de trabajo a una persona por alguno de
los motivos anteriores. Algunas organizaciones van todavía más lejos y
abogan por una política de discriminación positiva, como por ejemplo la
que se deduce de fomentar el empleo de una minoría étnica. Aunque se han
logrado importantes mejoras en cuanto a la igualdad de oportunidades, los
hechos demuestran que todavía queda un largo camino por recorrer. En
1910, la escritora Clara Zetkin, compañera y amiga de Rosa Luxemburgo,
organizó la primera conferencia internacional de mujeres socialistas,
donde se aprobó una resolución que establecía el día 8 de marzo como Día
Internacional de la mujer trabajadora. Hoy se celebra en otros países del
mundo para recordar los derechos de la mujer. En Latinoamérica son muy
desiguales, según los países, las leyes que protegen la igualdad de
oportunidades. En Argentina, por ejemplo, existen leyes de protección,
mas como en otros países, no siempre se cumplen. Durante
los últimos años se han incrementado los esfuerzos por reducir la
discriminación laboral por causa de la edad, determinadas incapacidades físicas
o la propia orientación sexual. 3.3.
LAS RAÍCES DE LA EXCLUSIÓN: LA DISCRIMINACIÓN. No
cabe duda de que el racismo y la xenofobia son problemas graves que tienen
planteados en la actualidad Europa y España. Pero si el racismo es
exclusión por raza y xenofobia es exclusión por nacionalidad, el
obligado debate será sobre la discriminación. Recomendar que no se
ejerciten comportamientos racistas es una falacia, que cuando procede de
quienes ostentan el poder se convierte en un claro ejercicio de hipocresía,
por ser ellos los responsables de la Ley de Extranjería, y adquiere
tintes de grave irresponsabilidad porque al obviar los restantes modos de
discriminación los perpetúan, sabedores de que las recomendaciones no
modifican los comportamientos. 3.3.1.
Discriminación.
He
aquí el tema que como hecho existe mucho antes de que la palabra se
crease. Esquemáticamente, se puede decir que discriminación es una
conducta sistemáticamente injusta contra un grupo humano determinado. Discriminar
a un grupo social consiste en privarle de los mismos derechos que
disfrutan otros grupos sociales: si se prohíbe al negro utilizar el mismo
autobús que un blanco, se tratará de discriminación por raza; si se
organiza la sociedad de modo que los cargos de responsabilidad sean
ocupados por varones, estaremos ante la discriminación por sexo; y, si
los ciudadanos de determinados países viven en el lujo y la opulencia
mientras los de otras regiones lo hacen en la miseria y mueren de hambre,
esto es resultado de la discriminación económica internacional;
existiendo un sinfín de diversas formas de discriminación: por minusvalía,
por pertenencia religiosa, por tendencia sexual, discriminación lingüística...
La
discriminación es un fenómeno de relaciones intergrupales, de relaciones
entre diversos grupos sociales, y tienen sus raíces en la opinión que un
grupo tiene sobre otro. Los grupos en cuestión pueden ser parte interna
de otra sociedad mayor (mujeres, ancianos, pobres, homosexuales...), o
pueden ser un elemento externo (extranjeros, emigrantes, etc.) Por lo
general, la mente humana prefiere pensar por medio de estereotipos,
categorías y prejuicio, conducentes al hecho discriminatorio cuando se
aplican esas opiniones estereotipadas a otros grupos. Es importante, por
tanto, investigar los orígenes de las opiniones que un grupo tiene sobre
otro, la Imagen de Grupo, ya sea de organizaciones (iglesia, ejército),
ya sobre colectivos (seguidores de equipos), ya sobre categorías sociales
(mujeres, varones, niños, ancianos), sin olvidar la imagen que el propio
grupo tiene de sí mismo, la autoimagen. Por lo tanto, sería conveniente
un estudio abstracto sobre las raíces de la discriminación en dos
grupos, A y B, dividiendo el estudio en: a.
Teorías desde el punto de vista del
grupo A, el grupo discriminador. b.
Teorías desde el punto de vista del
grupo B, el grupo discriminado. c.
Teorías desde el punto de vista de las
relaciones entre el grupo A y el grupo B. El
tema tiene que ver, en última instancia, con la convivencia. Quien se
arroga el derecho a discriminar, no sólo deteriora la convivencia, sino
que se hace acreedor a ser víctima de discriminación por parte de otros
grupos, porque el hecho discriminatorio impregna la vida cotidiana, como
hemos visto ocasionalmente en tantos comentarios "de pasada", en
que no se deja en muy buen lugar a los que no comulgan con los
planteamientos generalmente aceptados por todos. 3.3.2.
Vivimos Discriminando y Excluyendo. Si realmente el hecho de excluir está referido a la
acción de separar, distinguir, diferenciar una cosa de otra, vivimos
discriminando. Discriminamos cuando elegimos un amigo, tomamos un
empleado, votamos a un representante político, elegimos esposa, etc. La capacidad de elección es producto de la libertad.
De por sí, no es algo bueno o malo, justo o injusto. Depende de las
intenciones y razones por las que se discrimina. En el caso sociológico
jurídico, si tenemos en cuenta y estamos de acuerdo con la 2a
acepción que da la Real Academia con respecto a la definición de
Discriminación, la cual señala que ninguna persona puede ser considerada
inferior, ya que todos los hombres son esencialmente iguales, puesto que
no se puede "establecer diferencias en los derechos" por motivos
"raciales, religiosos o políticos" agregando un "etcétera"
que, al no especificar, se permite incluir a cualquier minoría:
narcotraficantes, mafiosos, ladrones, prostitutas, pederastas, etc. Esta
definición parecer haber inspirado a los redactores de la Constitución
de la Ciudad de Buenos Aires cuando en 1996, en forma inconsulta,
aprobaron el Art. 110 que dice: "Se reconoce y garantiza
el derecho a ser diferente por razones de orientación sexual,
edad, etc." Derecho a ser diferentes ¿de que? Parece bien claro: de
la heterosexualidad. Tampoco hace distinciones sobre cuales son esas
orientaciones diferentes. Podrían ser homosexualismo, travestismo,
sadomasoquismo, pederastia y -por qué no- necrofilia, zoofilia y
gerontofilia: todas son "orientaciones sexuales". La posibilidad de que la pederastia esté integrada
al artículo citado, no es subjetiva, porque luego de defender y
garantizar "el derecho a ser diferente por razones de orientación
sexual" dice "edad", lo que equivale a decir que el hombre
tiene derecho a ser diferente a cualquier edad (infancia, pubertad, etc.).
Es un ataque velado a la autoridad de los padres y, además, deja un campo
abierto y sin barreras para la pederastia. En la Argentina, si la persona objeto fuere menor de
18 años, la pederastia es un delito. En algunos países se ha reducido a
los 16 años. Además, la Asociación Norteamericana que promueve el
"amor" entre hombres y muchachos (NAMBLA) tiene proyectado
reducir la edad mínima a 14 años. Conviene recordar que NAMBLA está
afiliada a ILGA (asociación que defiende los derechos de los
homosexuales, pederastas y masoquistas) que desde 1997 es miembro del
Consejo Económico y Social de la ONU. Sería
constitucional en la Ciudad de Buenos Aires, de acuerdo con dicho artículo,
una relación sexual entre un pederasta y un niño de 14 años. 4.
TIPOS DE EXCLUSIÓN SOCIAL
Dentro
de este acápite presentaremos como tipos de exclusión social, lo
siguiente: -
Racismo y xenofobia. -
Homofobia o rechazo a las orientaciones
sexuales distintas a las mayoritarias. -
Exclusión a personas discapacitadas o
enfermos. -
Exclusión a las mujeres (machismo). -
Discriminación religiosa. -
Diferenciación según el estrato
social -
Discriminación positiva. 4.1.
RACISMO Y XENOFOBIA. El
racismo es una teoría fundamentada en el prejuicio según el cual hay
razas humanas que presentan diferencias biológicas que justifican
relaciones de dominio entre ellas, así como comportamientos de rechazo o
agresión. El término 'racismo' se aplica tanto a esta doctrina como al
comportamiento inspirado en ella y se relaciona frecuentemente con la
xenofobia (odio a los extranjeros) y la segregación social, que son sus
manifestaciones más evidentes. A
principios del siglo XX tuvo lugar una toma de conciencia internacional
del fenómeno del racismo. Los procesos de Nuremberg
a los criminales de guerra nazis crearon una situación psicológica y política
decisiva en la voluntad de las naciones para erradicar el racismo. Sin
embargo, en la sociedad actual aún perduran numerosas formas de racismo,
a pesar de las exhortaciones de los organismos internacionales y
especialmente de los acuerdos alcanzados respecto a los derechos de las
minorías y de las personas. El apartheid
[1]
en Africa del Sur ha ignorado estos acuerdos sistemáticamente hasta 1990.
La masacre de la minoría tutsi
en Ruanda en 1993 y la 'limpieza étnica' emprendida por los serbios en la
antigua Yugoslavia a partir de 1991, son claras violaciones de los
acuerdos internacionales. Aunque
el racismo no se haya erradicado, la ideología en la que se basa ha sido
sometida a una crítica radical en la segunda mitad del siglo XX. La
ciencia ha rechazado el concepto de raza poniendo en evidencia su carácter
subjetivo, basado en prejuicios. Antropólogos, biólogos, genetistas y
sociólogos han demostrado que la noción de raza carecía de sentido en
la medida en que el género humano es uno e indivisible. Organizaciones
antirracistas nacionales e internacionales luchan contra cualquier forma
de discriminación. Las actitudes racistas que combaten numerosas
organizaciones tienen en buena medida razones psicológicas. Se fundan en
reacciones de miedo ante la diversidad y a la incomprensión de lo
desconocido, que engendra sentimientos de odio y una violencia muchas
veces mal dirigida. Debido a la complejidad del fenómeno, el racismo es
difícil de combatir. Se
han registrado casos de organizaciones formadas para "luchar"
contra personas de otras razas. Muy conocido es el caso del Ku Klux Klan,
organización terrorista secreta creada en los estados sureños de Estados
Unidos el 24 de diciembre de 1865, por seis antiguos oficiales del ejército
confederado que dieron a su sociedad un nombre adaptado de la palabra
griega kuklos
('círculo'). Los miembros del Klan
creían en la inferioridad innata de los negros y, por tanto, estaban
resentidos por ver a antiguos esclavos en condiciones de igualdad social y
a menudo accediendo a cargos de importancia política, por lo que se
convirtió en una organización ilegal comprometida a luchar contra la política
de los republicanos. Ataviados con túnicas y ocultando sus rostros con
capirotes blancos, los hombres del Klan actuaron contra los oficiales públicos
y contra los negros en general. Eran capaces de azotar, mutilar y asesinar
a sus víctimas. Estas actividades las consideraban necesarias para
defender la supremacía blanca. Las organizaciones locales, llamadas klaverns,
se tornaron tan incontrolables y violentas que el antiguo general
confederado Nathan B. Forrest,
disolvió oficialmente el Klan en 1869. Sin embargo, las klaverns
continuaron operando por su cuenta. En 1871, el presidente Ulysses
S. Grant apeló a todos los miembros de
organizaciones ilegales para que dejaran las armas y se disolvieran. A
partir de ese momento fueron arrestados cientos de miembros del Klan y
numerosas klaverns desaparecieron. Pero
esta no fue la única organización de estas características: El nombre,
rituales y algunas actitudes del Klan original fueron adoptados por una
nueva organización surgida en Georgia
en 1915.
Fundada por el antiguo pastor metodista, coronel William
Simmons, su denominación fue Imperio Invisible,
Caballeros del Ku Klux Klan. Se aceptaba como miembros a todos los
blancos, varones y protestantes, a partir de los 16 años de edad;
quedaban excluidos los negros, católicos y judíos, todos los cuales
fueron difamados y perseguidos por parte de la organización. En esta
segunda etapa, el Klan cumplió sus objetivos, y además de los negros,
persiguió a católicos, extranjeros, liberales, sindicalistas y
huelguistas, por considerar los elementos subversivos para los valores
estadounidenses, manteniendo la simbología, actividades y actitudes
coactivas del grupo fundador. Las
revelaciones en la prensa de los crímenes y coacciones cometidas por el
Klan condujeron a una investigación por parte del Congreso en 1921. Desde
ese año, el Klan experimentó un rápido incremento de sus miembros y su
influencia política abarcó todo el país, alcanzando la cifra de 3
millones de miembros en 1924. Con
la entrada de Estados Unidos en la II Guerra Mundial, redujo sus
actividades. En 1944 se disolvió formalmente cuando no pudo pagar los
impuestos que debía al gobierno federal. El resurgimiento de sus
actividades después de la guerra despertó un sentimiento público masivo
de rechazo y el Klan se escindió en numerosos grupúsculos. 4.2.
HOMOFOBIA. La
homofobia es una enfermedad psico-social que se define por tener odio a
los homosexuales. La homofobia pertenece al mismo grupo que otras
enfermedades parecidas, como el racismo, la xenofobia o el machismo. Este
grupo de enfermedades se conoce con el nombre genérico de fascismo, y se
fundamenta en el odio al otro, entendido éste como una entidad ajena y
peligrosa, con valores particulares y extraños, amenazadores para la
sociedad, y -lo que es peor- contagiosos. La
homofobia, como las demás variantes del fascismo, prepara siempre las
condiciones del exterminio. Pasiva o activamente crea y consolida un marco
de referencias agresivo contra los gays y las lesbianas, identificándoles
como personas peligrosas, viciosas, ridículas, anormales, y enfermas,
marcándoles con un estigma específico que es el cimiento para las
acciones de violencia política (desigualdad legal), social (exclusión y
escarnio públicos) o física (ataques y asesinatos). Todo
el mundo recuerda que los nazis exterminaron a varios millones de judíos;
pero nadie recuerda que también exterminaron a cientos de miles de
homosexuales, y que tras la derrota nazi muchos de ellos siguieron en
prisión porque en Alemania (antes y después de la 2ª Guerra Mundial) la
homosexualidad era delito. Algunas
naciones como, por ejemplo, Gran Bretaña y Alemania han legalizado las
relaciones homosexuales entre adultos. Sin embargo, en muchos países el
hecho de ser homosexual o de practicar la homosexualidad puede provocar la
pérdida del trabajo, la discriminación en la concesión de vivienda, el
rechazo social e incluso la cárcel. Durante los últimos años, los
grupos a favor de los derechos de los gays han trabajado para conseguir
una mayor aceptación de la homosexualidad por parte de la opinión pública
y en la legislación. El nivel de aceptación alcanzado en la década de
1970 disminuyó durante la década siguiente debido a la reacción pública
negativa respecto a la propagación del síndrome de inmunodeficiencia
adquirida (SIDA o AIDS en inglés), que afecta en mayor proporción a la
sociedad homosexual masculina. Este hecho condujo al rechazo social y a un
prejuicio creciente contra los homosexuales. En
España y en América Latina hay diversas asociaciones para la defensa de
los derechos civiles de homosexuales masculinos y femeninos. Aunque la
permisividad hacia este tipo de orientaciones de género ha aumentado en
los últimos años, queda aún un largo camino por recorrer. Estas
personas (los homosexuales), como toda persona humana, son sujetos de
derechos fundamentales, como derecho al trabajo, a una vivienda, etc. Con
todo, esos derechos no son absolutos ya que pueden ser limitados legítimamente
por la ley a causa de comportamientos externos objetivamente desordenados
que atenten contra el bien común o contra los más débiles (ya sea física
o moralmente). Esta
reducción de derechos no absolutos se practican en muchos casos: en
determinadas enfermedades contagiosas, enfermos mentales, individuos
socialmente peligrosos, etc. De este modo, existe una discriminación
justa: existen ámbitos en los que no se da discriminación injusta cuando
se tiene en cuenta la tendencia sexual, por ejemplo: en la adopción o
custodia de niños o en la contratación de profesores o instructores de
educación física. La
discriminación verdadera, es decir, la que afectaría a una persona con
tendencias homosexuales que quiere vivir castamente, es casi nula porque,
por lo general, la mayoría de las personas con tendencia homosexual que
procurar llevar una vida casta no dan a conocer públicamente su
tendencia; en consecuencia el problema de la discriminación en función
de empleo, vivienda, etc. normalmente no se plantea. Por el contrario, los
homosexuales que declaran su homosexualidad son, casi siempre, personas
que consideran su comportamiento o su estilo de vida homosexual como
indiferente, y por eso digno de aprobación pública. Estos normalmente
usan el lema de la "discriminación sexual" como un arma política
para manipular la sociedad y la iglesia. 4.3.
EXCLUSIÓN A DISCAPACITADOS Y ENFERMOS. Los
discapacitados a veces tienen dificultad para ciertas actividades
consideradas por otras personas como totalmente normales, como viajar en
transporte público, subir escaleras o incluso utilizar ciertos electrodomésticos.
Sin embargo, el mayor reto para los discapacitados ha sido convencer a la
sociedad de que no son una clase aparte. Históricamente han sido
compadecidos, ignorados, denigrados e incluso ocultados en instituciones. Hasta
la segunda mitad del siglo XX fue difícil que la sociedad reconociera que
los discapacitados (aparte de su defecto específico) tenían las mismas
capacidades, necesidades e intereses que el resto de la población; por
ello seguía existiendo un trato discriminatorio en aspectos importantes
de la vida. Había
empresarios que se resistían a dar trabajo o promocionar a
discapacitados, propietarios que se negaban a alquilarles sus casas y
tribunales que a veces privaban a los discapacitados de derechos básicos
como los de custodia de los hijos. En las últimas décadas esta situación
ha ido mejorando gracias a cambios en la legislación, a la actitud de la
población y a la lucha de los discapacitados por sus derechos como
ciudadanos e individuos productivos. Los
discapacitados, en el ejercicio de sus derechos, han luchado por
establecer los siguientes principios: ser evaluados por sus méritos
personales, no por ideas estereotipadas sobre discapacidades; conseguir
que la sociedad realice cambios que les permitan participar con más
facilidad en la vida empresarial y social (facilitar el acceso con sillas
de ruedas al transporte público, a edificios y a espectáculos) y,
finalmente, integrarse con la población capacitada. El
movimiento a favor de los derechos de los discapacitados ha encontrado una
cierta oposición en grupos que consideran un coste prohibitivo realizar
los cambios necesarios. Además, la ausencia de instalaciones que
facilitarían la integración de los discapacitados en la vida pública es
utilizada a veces por las personas capacitadas como excusa para ignorar
este tema. Así
como se discrimina a los discapacitados físicos o mentales, también se
hace lo mismo con los que padecen alguna enfermedad, y el ejemplo más común
en este caso es el de los infectados por el virus del HIV/SIDA. En
la actualidad, los enfermos de HIV/SIDA son uno de los grupos más grandes
de marginados. Se los discrimina de todas las formas imaginables: -
Niños y adolescentes expulsados de sus
hogares por sus propios padres. -
Estudiantes expulsados de los colegios
para "proteger" a los demás alumnos. Y hasta marchas de padres
exigiendo la expulsión de los mismos para velar por la seguridad de sus
hijos. -
La prensa amarillista que dedica gran
parte de su tiempo a hacer del sufrimiento de los enfermos un objeto del
sensacionalismo. -
Discriminación en la denominación, al
llamarlos "sidosos", "sidáticos", "sidóticos",
etc., cuando el término correcto sería "enfermo de SIDA". -
La discriminación social por parte de
algunos, al afirmar que el SIDA es una "enfermedad justiciera",
que viene a limpiar al mundo de homosexuales, drogadictos y prostitutas. -
Personas que aún son aptas para el
trabajo y, aún así, son expulsadas de sus empleos. -
Profesionales que niegan su atención
"por miedo a infectarse". 4.4.
EXCLUSIÓN A MUJERES: MACHISMO. Dentro
de este problema que consiste en la exclusión a mujeres, destacaremos
otro que en muchos casos atormenta en nuestra sociedad que es la exclusión
a varones. Si bien es cierto el machismo es una discriminación sexual, de
carácter dominante, adoptada por los hombres pero, a pesar de que se ha
escrito profusamente de los devastadores efectos del machismo; cabe señalar
que hoy en día, principalmente en América Latina y el Caribe, muchas
veces el hombre es aparentemente discriminado, cuando en muchos de los
anuncios de trabajo se pide como primer requisito tener sexo femenino y
con buena presencia; y es más, dentro de esta discriminación, se escoge
no necesariamente a la persona que posee las cualidades intelectuales
adecuadas, sino a aquella que tiene las cualidades físicas mejor
definidas. La
discriminación sexual es una de las más arraigadas en nuestra sociedad,
sin duda por sus precedentes históricos, que se asientan sobre una base
difícil de echar abajo. El hombre que ha sido educado en una cultura
machista aprendió desde temprana edad a respetar, admirar o temer a otro
varón tanto física como intelectualmente. Sin embargo su
"cultura" le enseñó a ver a la mujer en términos de valores o
atributos físicos: instrumento de placer, objeto de exhibición y
reproductora de la especie. Su admiración o atracción hacia la mujer se
basa, principalmente, en una concepción biológica de la misma. Hay
mujeres que en su trabajo no le es permitido alcanzar diversos puestos de
alta responsabilidad aunque estén incluso más capacitadas que los otros
aspirantes masculinos para ese puesto, y esto es debido a que algunas
personas sólo se fijan en la fachada, y no miran lo que realmente se
debería mirar, el interior de las personas. Otras
mujeres ni siquiera han logrado alcanzar un puesto de trabajo debido a que
en su familia el marido trabaja y ella tiene que dedicarse a las labores
de la casa. Esto no debería ser así, si la mujer quiere trabajar se
debería contratar un/a empleado/a de hogar que se encargue de esa labor. La
discriminación sexual hacia las mujeres tiene un carácter histórico,
puesto que a lo largo de los tiempos se observa que ha habido una gran
discriminación, ya que las féminas no podían alcanzar ni cargos políticos,
incluso en algunos sitios no podían salir a la calle sin su marido ni
tener un trabajo remunerado. Un
ejemplo ilustrativo del sexismo en el trabajo se obtiene comparando la
proporción por sexos actual y la estimada en la población mundial. El
economista indio Amartya
Sen ha estimado que faltan 100 millones de mujeres en el mundo, lo que
equivale al volumen anual de crecimiento actual. Este déficit tan grande
es probablemente el mejor indicador del alcance del sexismo en todas sus
formas de que disponen los científicos. Es
discutible la base utilizada para el cálculo de esos 100 millones de
mujeres de déficit. La proporción de nacimientos es de alrededor de 105
mujeres por cada 100 varones. Existe una mayor proporción de mortalidad
en los hombres y la esperanza de vida de la mujer es aproximadamente seis
años mayor que la del hombre. Por lo tanto, la expectativa es que habrá
más mujeres que hombres en el mundo. Sin embargo, este cálculo sólo es
cierto para Europa, América y los países más ricos de la costa asiática
como Japón, Taiwan, Australia y Nueva Zelanda. Otros países como Pakistán,
China, algunos estados de la India y algunas partes de África tienen más
hombres que mujeres, es decir, lo contrario a lo esperado dada la herencia
evolutiva y la tecnología médica y medioambiental disponibles en el
mundo contemporáneo. La explicación de este fenómeno es múltiple:
desde el infanticidio de niñas recién nacidas en los casos extremos, al
impacto de la negación a que las mujeres dispongan de los servicios y
oportunidades que sí disfrutan los hombres. Además,
en ciertos países (especialmente asiáticos), donde la práctica de la
religión se vuelve un fanatismo, hay una clara diferenciación de la
mujer. Ejemplos concretos son los de los países que practican el Islam o
el Musulmán. La vestimenta tradicional islámica para las mujeres
consiste en una túnica que cubre todo el cuerpo, dejando al descubierto sólo
los ojos. En ciertos casos, además, se las obliga a llevar guantes que
oculten sus manos. 4.5.
EXCLUSIÓN RELIGIOSA. Existen
numerosos casos de personas que son discriminadas por su inclinación
hacia determinada religión. Sin duda, el ejemplo más trágico de esto
sería el genocidio realizado por la Alemania nacionalsocialista durante
las décadas de 1930 y 1940 para aniquilar la población judía de Europa.
Al final de la II Guerra Mundial en 1945, en torno a seis millones de judíos
habían sido asesinados en campos de concentración y pogromos por los
nazis. El artículo 1, inciso 3º,
de la Declaración Sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Intolerancia y Discriminación Fundadas en la Religión o las
Convicciones, proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas,
establece que "La libertad de manifestar la propia religión o las
propias convicciones estará sujeta únicamente a las limitaciones que
prescriba la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el
orden, la salud o la moral públicos o los derechos y libertades
fundamentales de los demás." Además,
el artículo 18
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, dice: "Toda
persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de
religión; ese derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de
creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia,
individual o colectivamente, tanto en público como en privado, por la
enseñanza, la práctica, el culto y la observancia". Hay
muchas enseñanzas de la Biblia que claramente nos dicen que los
cristianos no debemos sostener ideologías que consideren una raza,
cultura, lugar o trabajo, y estatus como superior a otro. Desde el lado bíblico,
uno puede ver que todos fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, por
lo tanto somos todos iguales ante los ojos de nuestro Creador. Está
escrito también que Jesús murió por todos nuestros pecados y su muerte
derribó el muro de la hostilidad, trayendo a existir una nueva comunidad
para todas las naciones, tribus, y lenguas. Hoy la mayoría de la gente
fracasa enseñándole a sus hijos lo perverso que es el odio y el
desprecio por personas de otras culturas. Es
triste también saber que la atrocidad de la discriminación ocurre, en
gran parte en organizaciones cristianas. Hay ciertas personas que se
consideran cristianos y, sin embargo, son ellos los que dan oportunidades
sólo a aquellas personas que pertenecen a su mismo país, grupo étnico o
ideología. Son aquellos que participan de conferencias y reuniones y
nunca implementan lo que resulta de los mismos. Si la gente joven
trabajadora plantea sus problemas, son marginados. Es
desalentador darse cuenta que inclusive en nuestros lugares de oración,
la discriminación igual está presente. Las iglesias son lugares donde
uno debería ver modelos de integración al mismo tiempo que orar. La
iglesia debería estar abierta a todos y respetar a todos por igual. Es
peor aún y desafortunado que la mayoría no focaliza en estas cosas. 4.6.
DIFERENCIACIÓN SEGÚN EL ESTRATO SOCIAL. Clase social,
en sociología, término que indica un estrato social en una sociedad y su
estatus correspondiente. El principio de organización en clases sociales
es diferente del que opera en las sociedades de castas o estamentales y
choca con la ideología igualitaria asociada a la ciudadanía en los
Estados de derecho. Cada
uno de estos sistemas define a las personas y a los grupos según cuatro
parámetros: su procedencia, su trabajo, el tipo de personas con quienes
pueden contraer matrimonio y los tipos de derechos y deberes rituales
propios. Además, cada uno de estos sistemas está regido básicamente por
un determinado tipo de regulación. La casta está regida por una
reglamentación de tipo religioso, el Estado por una de tipo legal y el
estamento por una de tipo social. La clase social se diferencia de ellas
en que está regida fundamentalmente por una ordenación de tipo económico.
El lenguaje cotidiano y la terminología de los medios de comunicación no
coinciden con estas definiciones sociológicas. En
la mayoría de los países (y entre un país y otro) las desigualdades en
cuanto a capital, ingresos, sanidad y educación son cada vez mayores.
Algunos sociólogos intentan explicarlas utilizando otros atributos
humanos como género, raza, religión o inteligencia, aunque este debate
supone restar importancia a las terminologías o al significado de clase
social. Otros autores destacan los grandes cambios que han tenido lugar a
medida que la estructura de las sociedades se ha transformado gracias a
los avances tecnológicos. Así, por ejemplo, las clases más
desfavorecidas han podido mejorar sus condiciones de vida, en términos
absolutos, al aumentar la riqueza y organizarse el Estado de bienestar. Generalmente
se define ‘clase social’ como grupo de personas situadas en
condiciones similares en el mercado de trabajo. Esto significa que las
clases sociales tienen un acceso distinto, y normalmente desigual, a
privilegios, ventajas y oportunidades. En las sociedades actuales, por
ejemplo, encontramos directores de grandes empresas con salarios muy
elevados, mientras que los jubilados reciben pensiones escasas. Los hijos
de los grupos con mayor poder adquisitivo van a escuelas distintas,
obtienen calificaciones escolares superiores, disponen de diferentes
oportunidades de trabajo o gozan de mejores condiciones de vivienda. Una
de las formas más denigrantes de discriminar a una persona por
considerarla social o culturalmente inferior, es la esclavitud. Un esclavo
se caracteriza porque su trabajo o sus servicios se obtienen por la fuerza
y su persona física es considerada como propiedad de su dueño, que
dispone de él a su voluntad. Desde
los tiempos más remotos, el esclavo se definía legalmente como una
mercancía que el dueño podía vender, comprar, regalar o cambiar por una
deuda, sin que el esclavo pudiera ejercer ningún derecho u objeción
personal o legal. A menudo existen diferencias étnicas entre el tratante
de esclavos y el esclavo, ya que la esclavitud suele estar basada en un
fuerte prejuicio racial según el cual el grupo étnico al que pertenece
el tratante es considerado superior al de los esclavos. La
exploración de las costas de África, el descubrimiento de América por
los españoles en el siglo XV y su colonización en los tres siglos
siguientes, impulsó de forma considerable el comercio moderno de
esclavos. Portugal, que necesitaba trabajadores para el campo, fue el
primer país europeo que cubrió su demanda de trabajo con la importación
de esclavos. En el siglo XVI los colonizadores españoles obligaron a los
indígenas americanos a cultivar grandes plantaciones y trabajar en las
minas. Los indígenas no estaban acostumbrados a vivir como esclavos y no
podían sobrevivir en estas condiciones, en parte debido a su falta de
inmunización contra las enfermedades europeas y a las duras condiciones
de trabajo. Otra
forma de diferenciación social se produce con la explotación del
trabajador. La explotación consiste en el pago al propietario de un
factor de producción (trabajo, energía) de una cantidad inferior al
valor del producto. Este término puede tener dos significados básicos:
el primero es el uso de bienes materiales, normalmente con un suministro
fijo, para los fines establecidos por los que se realiza su manipulación,
y el segundo, más negativo, es un elemento clave de la teoría marxista
sobre la lucha de clases. 4.7.
EXCLUSIÓN POSITIVA. El
concepto, “Política social dirigida a mejorar la calidad de vida de
grupos desfavorecidos, proporcionándoles la oportunidad de conseguir
alimentos y de disponer de derechos civiles”, fue utilizado, por
ejemplo, en las décadas de 1960 y 1970 en Gran Bretaña para definir las
áreas prioritarias de educación. Su equivalente en Estados Unidos es la
disposición de intercambiar niños entre áreas escolares con el fin de
favorecer una mayor mezcla étnica en las escuelas. Ambos
términos han surgido al intentar las democracias parlamentarias liberales
crear un área de juego con igualdad de oportunidades para todos los
grupos con independencia de sus desventajas históricas o de explotación.
Los programas están especialmente concebidos para eliminar el racismo, el
sexismo y la discriminación contra las personas mayores y los
discapacitados. El objetivo de estos movimientos es combatir cualquier
estatus o característica que tradicionalmente ha justificado un
tratamiento desigual promoviendo los derechos y privilegios del grupo
desfavorecido en cuestión. La teoría subyacente es que si, a través de
acciones tales como el trato preferencial a la hora de conceder un
trabajo, se consigue que el grupo desfavorecido comience a ser respetado,
se podrán ir retirando de forma paulatina las acciones oficiales y se
establecerá una igualdad de oportunidades o, en el caso ideal, una
igualdad de resultados. Aunque
es patente que muchos colectivos (grupos étnicos, mujeres, personas
mayores, discapacitados, homosexuales, niños, etc.) reciben un trato
injusto, resulta difícil demostrar legalmente esta discriminación. Las
principales áreas de discriminación positiva tienden a combatir el
racismo, el sexismo y a defender a los niños. Ejemplos como los
documentos de transporte especiales para la tercera edad o el
establecimiento de porcentajes de empleo para discapacitados, ponen de
manifiesto la naturaleza de esta reforma social. 5.
LA INTEGRACIÓN SOCIAL COMO MEDIDA DE SOLUCIÓN A LA EXCLUSIÓN
SOCIAL. Para dar inicio con este tema hay que tener en cuenta que la integración
social continuará siendo un concepto vacío a no ser que nos pongamos de
acuerdo en preparar una lista, no importa cuan incompleta o ambigua, de
los reclamos universales de la vida poniendo al descubierto la satisfacción
que puede emerger de un orden social genuinamente armonioso. En
este apartado enunciaremos situaciones, personajes y organismos con relación
a la lucha contra la exclusión social en el ámbito mundial y son
iniciadores de una integración. Mencionaremos algunos de los muchos
tratados internacionales los cuales con su cumplimiento nos llevan a una
integración social. Sepamos
también que la base de gran parte de la pobreza y exclusión en las
ciudades peruanas e incluso de otros países se encuentra en la dificultad
de acceso al trabajo. El empleo es en la actualidad uno de los bienes más
escasos y es, al mismo tiempo, uno de los pocos mecanismos existentes de
integración y vinculación social, aunque debería ser lo contrario como
señalaremos a continuación. 5.1.
EL PAPEL DEL EMPLEO COMO EL INSTRUMENTO PARA LUCHAR CONTRA LA
EXCLUSIÓN SOCIAL Y LA POBREZA. [2] "El empleo es el factor clave para resolver los
problemas de la pobreza y de la exclusión social", declaró Juan
Somavia, el Director General de la OIT, durante la conferencia de
ministros de Trabajo del Grupo de los 8 (G8) reunida en Turín, y añadió
que "el empleo crea integración social en todas sus formas, puesto
que no sólo proporciona ingresos, sino también seguridad, realización
personal y autoestima para los trabajadores que están organizados y
representados". Pero Somavia advirtió también que el empleo sólo
puede desempeñar este papel de catarsis social cuando se dan las
condiciones justas, caracterizadas por él como un "trabajo
decente". El Director General de la OIT define el "trabajo
decente" como "un trabajo que satisface las aspiraciones
fundamentales del individuo, no sólo en cuanto a ingresos, sino también
en cuanto a seguridad para él y para su familia, sin discriminación ni
imposiciones vejatorias, y que da un trato igual a la mujer y al
hombre." Somavia insiste en que garantizar un trabajo decente debería
ser un objetivo tanto para los países en desarrollo como para las economías
industrializadas y que debería extenderse a la totalidad de los
trabajadores. Lo que nos hace falta, a nivel nacional e
internacional, insistió Somavia, es "una estrategia de empleo
integradora". Esa estrategia tiene que afrontar la realidad de que la
economía no estructurada y la economía del saber están creciendo por
igual, pero en direcciones diversas. Será importante adaptarse a nuevas
formas de organización de las empresas, a nuevas oportunidades para las
pequeñas empresas. Cada vez más las empresas descubrirán que tienen que
mantener ciertas normas laborales cuando operan más allá de las
fronteras en la economía del saber. El Director General de la OIT subrayó, además, que
las instituciones de seguridad social deben preservar los valores
fundamentales de solidaridad y seguridad a la hora de "elaborar
sistemas que puedan abarcar a todos". Y previno del peligro de crear
"un sistema de doble nivel, que contemple unas normas para la
protección de los grupos con ingresos bajos, y otras para los grupos de
rentas medias y altas". El Director General de la OIT afirmó que la
Organización y los trabajadores, los empleadores y los gobiernos que son
sus miembros constituyentes tienen a su disposición una amplia gama de
instrumentos para lograr que los citados principios y derechos se hagan
realidad. "Los Convenios de la OIT", puntualizó, "pasan a
formar parte de la legislación nacional una vez ratificados, y son
puestos en práctica en los tribunales nacionales." La OIT tiene,
además, su propio sistema de supervisión independiente. Proporciona
asistencia técnica en materia de legislación laboral, sistemas de
mediación, sistemas de inspección y una amplia gama de apoyos
institucionales para promover ese objetivo de hacer realidad los derechos
básicos. Somavia recalcó "el rápido desarrollo del
programa de cooperación técnica [de la OIT] basado en la Declaración,
que brinda ayuda a los países que encuentran problemas en la aplicación
de esos derechos, para que hagan frente a sus compromisos". Reconociendo que no existen "soluciones
uniformes" para los diversos retos que se les presentan a los
responsables de elaborar políticas sobre el mercado de trabajo, el
Director General de la OIT ponderó la importancia de "desarrollar diálogos
y negociaciones sobre caminos para llegar al trabajo decente que sean a un
tiempo económicamente productivos y socialmente sostenibles, y que sean
obra de los trabajadores y los empleadores a quienes conciernen". 5.2.
LUCHA CONTRA LA EXCLUSIÓN. Richard Wright:
uno de los primeros autores negros estadounidenses en protestar contra la
discriminación de las gentes de color, estudió el modo en que la
sociedad blanca alteró negativamente la cultura negra. Miembro del
Partido Comunista, a partir de 1937, trabajó como editor del periódico
del partido, el Daily Worker. Su
obra más conocida es la novela Hijo
nativo —en la que describe cómo un joven de color se ve empujado al
asesinato. Protesta budista:
Un monje budista vietnamita se prendió fuego a sí mismo en un acto de
protesta contra el gobierno de Ngô Dinh Diêm en junio de 1963. Los
budistas, que constituían la mayoría en Vietnam, acusaban al régimen
procristiano de Diêm de discriminación religiosa. Nelson Mandela:
Antes de convertirse en el primer presidente negro de Sudáfrica en 1994,
Nelson Mandela pasó gran parte de su vida en prisión por encabezar la
oposición negra al opresivo gobierno de la minoría blanca. Durante esos
años, Mandela se convirtió en el símbolo mundial de la resistencia del
dominio blanco en Sudáfrica. Fue liberado el 11 de febrero de 1990. El 10
de diciembre de 1993, el presidente sudafricano, F.W. De Klerk, y Nelson
Mandela, recibieron el Premio Nobel de la Paz por su labor en favor de la
armonía racial en Sudáfrica. Oliver Tambo:
Oliver Tambo fue un activo oponente del apartheid
(segregación racial) desde sus días de estudiante y llegó a ser
presidente del Congreso Nacional Africano (ANC). Dirigió al partido en el
exilio durante los 30 años que estuvo prohibido en Sudáfrica
(1960-1990). Regresó a su país en 1990, pero sus problemas de salud le
obligaron a dejar la presidencia del ANC en manos de Nelson Mandela al año
siguiente. Tras su fallecimiento en 1993, recibió un funeral con honores
de jefe de Estado en reconocimiento a su lucha por la consecución de un
gobierno de la mayoría en Sudáfrica. Joe Slovo:
fue secretario general del Partido Comunista Sudafricano y alto cargo del
Congreso Nacional Africano (CNA). Fue elegido parlamentario en abril de
1994 y fue ministro en el nuevo Gobierno de Nelson Mandela. Murió
asesinado el 6 de enero de 1995. Gloria Steinem:
Alrededor de 1960, las condiciones sociales y económicas habían
contribuido a que las mujeres ampliaran sus actividades fuera del hogar,
en fábricas y oficinas. Esto, unido a otros cambios sociales, convenció
a las mujeres de que era el momento de exigir igualdad con los hombres.
Mujeres como Gloria Steinem, Betty Friedan y Kate Millett se convirtieron
en las principales figuras del movimiento feminista. Como escritora,
Steinem fundó la revista Ms y apoyó la fundación de la National Women's Political Caucus y
la Women's Action Alliance. En su "Discurso a las mujeres de Estados
Unidos", Steinem exige que no existan más roles que "aquéllos
que se eligen libremente". Martin Luther King: Martin
Luther King se erigió como líder del movimiento en favor de los derechos
civiles de las minorías, tras organizar el famoso boicoteo al transporte
público en Montgomery (Alabama) en 1955. Luchó por un trato igualitario
y mejoró la situación de la comunidad negra mediante protestas pacíficas
y enérgicos discursos sobre la necesidad de erradicar la desigualdad
racial institucional. En 1963 encabezó una marcha pacífica desde el
Washington Monument hasta el Lincoln Memorial, donde pronunció su
discurso más famoso: "Tengo un sueño". El
3 de abril de 1968, Martin Luther King, sometido a una gran tensión,
pronunció un discurso en el que dijo: "He estado en la cima de una
montaña y he visto la Tierra Prometida". Ésta fue una de sus muchas
alusiones a su creencia de que su muerte estaba próxima. Al día
siguiente, King fue asesinado en Memphis, Tennessee (EEUU). Focolares:
movimiento católico fundado en Italia por Chiara Lubich a mediados de la
década de 1940. Su objetivo es testimoniar el amor y la unidad entre los
más alejados de la Iglesia, luchando contra las desigualdades sociales y
raciales. Cada año celebran una jornada de convivencia llamada 'mariápolis',
ya que el movimiento también se conoce con el nombre de Obra de María.
Su principal órgano de difusión lo constituye la revista Ciudad
Nueva. Centro Cívico Martin Luther
King:
Martin Luther King está enterrado en el cementerio de la iglesia baptista
Ebenezer. Esta iglesia pertenece al Centro Cívico Martin Luther King para
el Cambio Social No-Violento. Ubicado en Atlanta (EEUU), este centro
guarda muchos documentos de King sobre el movimiento pro derechos civiles.
Instituto Nacional contra la
Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI):
El INADI tiene por objeto elaborar medidas concretas en el ámbito
nacional para combatir la discriminación, la xenofobia y el racismo; y
recibir denuncias sobre conductas discriminatorias, xenofóbicas o
racistas. Además impulsa campañas educativas tendientes a valorizar el
pluralismo social y cultural, y al eliminación de actitudes
discriminatorias, xonofóbicas o racistas. Grupo de Apoyo a la Mujer
Afrouruguaya (GAMA):
Este grupo ha tomado dentro de su temática de responsabilidad, como jefas
de familia en la mayoría de los casos, de abrir espacios de diálogo con
diferentes instituciones estatales entre ellas el Ministerio de Vivienda y
Ordenamiento Territorial, cuyo representante el Sr. Ministro Juan Chiruchi
concurrió a la sede de Mundo Afro en 1996 para escuchar el planteo de
este grupo de mujeres, quienes buscaban un doble objetivo: ·
La mejora de sus viviendas, tema
absolutamente carencial fundamentalmente a nivel de la colectividad negra.
·
Por otra parte, además de acceder a la
construcción de sus viviendas, se apunta a la recuperación de un espacio
como es el Barrio Sur, que corrige una injusticia histórica al permitir
que la comunidad se reinserte en un espacio territorial que históricamente
les perteneció y que fueron expulsados durante el período de la
dictadura militar, desperdigando a todo el colectivo allí reunido ubicándolos
en las zonas periféricas de la ciudad. 5.3.
DECLARACIONES, ARTÍCULOS Y DEMÁS QUE TRATAN SOBRE LA EXCLUSIÓN,
DISCRIMINACIÓN Y DERECHOS HUMANOS. a.
Declaración Universal de Derechos Humanos: Art.
1.-
Todos
los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. [...] Art.
2.-
1º
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión,
opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
2º Además, no se hará distinción alguna fundada en
la condición política, jurídica o internacional del país o territorio
de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país
independiente como de un territorio bajo administración fiduciaria, no
autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía. Art.
7.-
Todos
son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual
protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra
toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda
provocación a tal discriminación. Art.
26.-
2º
La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la
amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos;
y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para
el mantenimiento de la paz. b.
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre
Art.
III.-
Derecho de libertad religiosa y de culto: Toda persona tiene el derecho
de profesar libremente una creencia religiosa y de manifestarla y
practicarla en público y en privado. Art.
XIV.-
Derecho al trabajo y a una justa retribución: Toda persona tiene derecho al
trabajo en condiciones dignas y a seguir libremente su vocación, en
cuanto lo permitan las oportunidades existentes de empleo. Toda
persona que trabaja tiene derecho a recibir una remuneración que, en
relación con su capacidad y destreza, le asegure un nivel de vida
conveniente para sí misma y su familia. c.
Convención Americana Sobre Derechos Humanos
Art.
1.-
Obligación de respetar los derechos: 1º
Los Estados Partes de esta Convención se comprometen a respetar los
derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno
ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición
social. 2º
Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano. Art.
6.-
Prohibición de la esclavitud y servidumbre: 1º
Nadie puede ser sometido a esclavitud a esclavitud o servidumbre, y tanto
éstas como la trata de esclavos y la trata de mujeres están prohibidas
en todas sus formas. 2º
Nadie debe ser constrñido a ejecutar un trabajo forzoso u obligatorio. En
los países donde ciertos delitos tengan señalada pena privativa de la
libertad acompañada de trabajos forzosos, esta disposición no podrá ser
interpretada en el sentido de que prohibe el cumplimiento de dicha pena
impuesta por juez o tribunal competente. El trabajo forzoso no debe
afectar a la dignidad ni a la capacidad física e intelectual del
recluido. Art.
12.-
Libertad de conciencia y de religión: 1º
Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religión.
Este derecho implica la libertad de conservar se religión, sus creencias,
o de cambiar de religión o de creencias, así como la libertad de
profesar y divulgar su profesión o sus creencias, individual o
colectivamente, tanto en público como en privado. d.
Convención Internacional Sobre Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Racial -Parte I Art. 1.- 1º
En la presente Convención la expresión "discriminación
racial" denotará toda distinción, exclusión, restricción o
preferencia basada en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o
étnico, que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el
reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los
derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica,
social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida política. Art.
3.-
Los Estados partes condenan especialmente la segregación racial y el
apartheid y se comprometen a prevenir, prohibir y eliminar en los
territorios bajo su jurisdicción todas las prácticas de esta naturaleza. Art.
4.-
Los Estados partes condenan toda la propaganda y todas las organizaciones
que se inspiren en ideas o teorías basadas en la superioridad de una raza
o de un grupo de personas de un determinado color u origen étnico, o que
pretenden justificar o promover el odio racial y la discriminación
racial, cualquiera que sea su forma, y se comprometen a tomar medidas
inmediatas y positivas destinadas a eliminar toda incitación a tal
discriminación o actos de tal discriminación y, con ese fin, teniendo
debidamente en cuenta los principios incorporados en la Declaración
Universal de Derechos Humanos, así como los derechos expresamente
enunciados en el artículo 5 de la presente Convención, tomarán, entre
otras, las siguientes medidas: i)
Declararán como acto punible conforme a la ley toda difusión de ideas
basadas en la superioridad o en el odio racial, toda incitación a la
discriminación racial así como todo acto de violencia o toda incitación
a cometer tal efecto, contra cualquier raza o grupo de personas de otro
color u origen étnico, y toda asistencia a las actividades racistas,
incluida su financiación; ii)
Declararán ilegales y prohibirán las organizaciones, así como las
actividades organizadas de propaganda y toda otra actividad de propaganda,
que promuevan a la discriminación racial e inciten a ella, y reconocerán
que la participación en tales organizaciones o en tales actividades
constituye un delito penado por la ley; iii)
No permitirán que las autoridades ni las instituciones públicas
nacionales o locales promuevan la discriminación racial o inciten a ella. e.
Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de Naciones Unidas. Comité
internacional que analiza los
problemas económicos sociales y culturales, relacionados a este tema por
centrarse en problemas de pobreza y exclusión. f
Constitución Política del Perú. Artículo
20 inciso 2 y artículo 260, principalmente. FUENTES DE CONSULTA Fuentes
Bibilográficas: -
ASOCIACIÓN PRO
DERECHOS HUMANOS. “Perú Diez Años de Pobreza y Autoritarismo”,
CEDAL, 2000. -
MIROLI, Alfredo."Sida, Drogas. Manual para todos"
Diario el Peruano. -
Enciclopedia "Encarta 98". -
Constitución Política del Perú,
1993. -
SA, Diario "La Nación", 15
de julio de 1998, Lima – Perú. -
SA, Diario "El País", 5 de
Enero del 2000, Barcelona - España -
New York Times
News Service, Mayo de 1999, Páginas Consultadas: - http://www.aecpa.es/aecpa/asoc/actividades/3/tem1.htm - http://www.estadonacion.or.cr/nacion2/cap1-96b.htm - http://www.ilo.org/public/spanish/bureau/inst/papers/synth/socex/ch2.htm - http://www.rural-europe.aeiall.be/rural-es/biblio/xclusion/contents.htm - http://habitat.aq.upm.es/boletin/n17/ainf2.html
NOTAS:
[1] Apartheid: política de rechazo racial practicada en la República de Sudáfrica. El término apartheid en lengua afrikaans significa separación y describe la rígida división racial entre la minoría blanca gobernante y la mayoría no blanca, vigente hasta las primeras elecciones generales de 1994. La legislación del apartheid clasificaba a la población en tres grupos raciales: blancos, bantúes o negros y de color o mestizos. Posteriormente se añadieron los indios y paquistaníes como una cuarta categoría. La legislación fijaba los lugares de asentamiento de cada grupo, los trabajos que podían realizar y el tipo de educación que podían recibir. También prohibía casi cualquier tipo de contacto social entre las diferentes razas, autorizaba las instalaciones públicas separadas (como limitar determinadas playas al uso de blancos) y prohibía la participación de los no blancos en el gobierno del Estado. Las personas que se oponían abiertamente al apartheid eran consideradas comunistas. [2] Noticias de la OIT: El Director General de la OIT subraya la necesidad del "trabajo decente", insiste en el papel del empleo como el instrumento para luchar contra la exclusión social y la pobreza e insta a adoptar políticas de empleo integradoras que sustenten la globalización.
(*) Estudiante de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Privada “Antonio Guillermo Urrelo” de Cajamarca. E mail: chrifertanod@hotmail.com
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