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Derecho y Cambio Social
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POL�TICA CRIMINOL�GICA DESDE UNA PERSPECTIVA DE LOS
DERECHOS HUMANOS
Wael Hikal
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Resumen:
Los Derechos Humanos son un tema identificado pero poco revisado
dentro de la Criminolog�a. Desde un doble enfoque estos aplican
tu campo de acci�n tanto para la identificaci�n de conductas
antisociales al reconocer su violaci�n, como para la prevenci�n
social del delito. Sin duda en la actualidad, los gobiernos han
puesto mucha atenci�n al respeto de los Derechos Humanos, pero a
la vez son lo m�s concurrido en cuanto a su violaci�n y falta de
respeto. Dicho doble enfoque ofrece una perspectiva interesante
en cuanto a visualizar al Estado cuando reconoce la esencia
b�sica del ser humano, as� como principalmente las normas que
deben cumplir los servidores p�blicos, en especial, por actos
policiacos y en tiempo de guerra; por otro lado, da a conocer la
ausencia del Estado cuando ofrece una serie de Derechos a los
que todos deber�an tener acceso para su sano desarrollo
(educaci�n, salud, vivienda), pero que no todos logran alcanzar.
Abstract:
The Human rights are a subject identified, but little reviewed
within the Criminology. From a double focuses these as much
apply to the battle area for the identification of antisocial
conducts when recognizing his violation, like for the social
prevention of the crime. Without a doubt at present, the
governments have put much attention to the respect of the Human
rights, but simultaneously they are the most concurred as far as
his violation and lack of respect. This double approach offers
an interesting perspective as far as visualizing to the State
when it recognizes the basic essence of the human being, as well
as mainly the norms that must fulfill the servants public,
especially, by police acts and in time military; on the other
hand, it presents the absence the State when it offers a series
of Rights to which all must have access for their healthy
development (education, health, house), but that all do not
manage to reach.
Palabras clave:
Etiolog�a del crimen, Desarrollo social, Prevenci�n del delito,
Derechos Humanos, Ausencia del Estado.
Key words:
Crime etiology, Social development, Crime prevention, Human
Rights, Absense of the State.
Introducci�n
El presente expone brevemente la relaci�n desconocida que ha
guardado la Criminolog�a y la Pol�tica Criminol�gica con los
Derechos Humanos, durante el an�lisis e investigaci�n, as� como
interrelaci�n se ha dado cuenta que los Derechos Humanos son la
base para el desarrollo social de una comunidad, y que a la vez
permite la prevenci�n social del delito. Ha de notarse en el
texto los objetivos del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, el cual se abre a todas las esferas de la vida,
mismas que son adoptadas de mayor o menor forma por los pa�ses
en desarrollo. De ello, en este texto se dejan sentadas las
bases de la nueva perspectiva que debe tomar la Pol�tica
Criminol�gica en relaci�n con el desarrollo social.
1.
CRIMINOLOG�A Y DERECHOS HUMANOS
Antes de dar desarrollo el tema, cabe se�alar solo de
recordatorio algunos conceptos b�sicos de Criminolog�a, Derecho
Penal y Derecho Constitucional a fin de interrelacionar
posteriormente estos conceptos.
Para Osvaldo Tieghi, Criminolog�a desde un enfoque etiol�gico
es:
Constituye en sentido estricto, el n�cleo y el objeto primigenio
de la criminolog�a cient�fica, emp�rica y experimental; ello, en
tanto �sta pretende conocer las causas, el origen y el
desarrollo de la personalidad del delincuente, y su conducta
criminal, para su posterior aplicaci�n �preventiva� y
�resocializante�.
Octavio Alberto Orellana Wiarco se�ala el concepto de Derecho
Penal con tendencia humanista y dice que:
Es el conjunto de normas de derecho p�blico que estudia los
delitos las penas y medidas de seguridad aplicables a quienes
realicen las conductas previstas como delitos, con el fin de
proteger los bienes jur�dicos fundamentales de la sociedad y de
los individuos.
Efra�n Moto Salazar, aporta conceptos b�sicos para comprender
las l�neas y cap�tulos a continuaci�n: Derecho Constitucional,
Naci�n, Estado y Estado y Derecho. A saber en orden de menci�n
anterior:
Como el conjunto de disposiciones que rigen la organizaci�n del
Estado, la constituci�n del Gobierno, las relaciones de los
diversos Poderes entre s� y la organizaci�n y funcionamiento del
Poder Legislativo.
La Naci�n es una realidad social que nace de un estado de
conciencia colectivo. Es un conjunto de hombres que tienen un
origen com�n, un pasado hist�rico propio, una cultura y una
civilizaci�n tambi�n propias y sentimientos y creencias
religiosas an�logas. Estos son, propiamente, los elementos que
integran el concepto de Naci�n; pero a ellos debemos agregar la
comunidad de lenguaje, de raza, etc., v�nculos todos que
contribuyen a realizar la unidad nacional.
El Estado est� sometido al Derecho; no se puede pensar en un
Estado sin pensar, asimismo, en el elemento jur�dico que lo
rige. El Estado, como el hombre, es un sujeto de Derecho, una
persona jur�dica. Los tres elementos del Estado, al integrarse,
constituyen en su personalidad.
A lo anterior, El�as Neuman, opina que:
La actividad estatal constre�ida a la ley implica el
aseguramiento de derechos individuales y de la sociedad en s� y
el l�mite impuesto entre el poder conferido por la ley y su
abuso.
Cuando se cuestiona cu�l es la labor del crimin�logo, la
respuesta es r�pidamente (adem�s de la confusi�n con el t�rmino
de Criminalista), en la procuraci�n de justicia y el sistema
penitenciario, en otros momentos, alguien con ideas m�s claras
se�alar� la prevenci�n del delito y la seguridad privada. Ya en
muchos planes de estudio de las Licenciaturas en Criminolog�a se
indican que las �reas laborales, adem�s de las anteriores
(c�rceles y servicios periciales), ser�n las de Derecho Humanos,
pero �qu� relaci�n tiene la Criminolog�a con los Derechos
Humanos? �Se esta en posici�n de hablar de una Criminolog�a de
los Derechos Humanos? �Los crimin�logos humanistas existen?
�Crimin�logos humanistas defensores de la Constituci�n y de los
Derechos Humanos?
Ha resultado interesante, recordar el car�cter cr�tico de los
crimin�logos con el que se han formado, �ste siempre esta
reclamando por un mejor salario, mejores libros, puestos
pol�ticos, sistema de justicia y penitenciario distinto�
De acuerdo con Jorge Restrepo Fontalvo, opina que:
Nos parece que los crimin�logos radicales han hecho muchas m�s
denuncias (�denuncias v�lidas en su gran mayor�a!) que
propuestas, a menos que se considere propuestas a esa vaga,
difusa, confusa y obtusa idea de un cambio total del sistema que
un d�a habr� fatalmente de llegar. Quiz�s valdr�a la pena
preguntarles a tales pregoneros, qu� piensan hacer el d�a
siguiente del gran cambio, c�mo piensan manejar la
innegable realidad de que existen y seguir�n existiendo personas
que realizan conductas inaceptables para cualquier tipo de
sociedad como el genocidio, la violaci�n, el da�o ecol�gico,
etc�tera. �Qu� hacer con esos desviados?, �dejarlos libres o no
m�s? Afirmar rotundamente que son meros productor de una
sociedad injusta, podr�a incluso ser un punto de partida, pero
nunca ser� suficiente.
Todo lo anterior, que el maestro colombiano se�ala ser�
analizado con detalle y sobre todo con propuestas planteadas por
quien esto escribe y por otros autores en el tema.
Ahora bien, pasando al tema de �cu�l es la relaci�n de la
Criminolog�a con los Derechos Humanos? �lvaro Orlando P�rez
Pinz�n y Brenda Johanna P�rez Castro se�alan sencillamente que:
�su violaci�n o puesta en peligro es objeto de criminolog�a�.
Por su parte, Mario Arroyo Ju�rez se�ala que:
El hecho de no relacionar el trabajo de los derechos humanos con
la criminolog�a es, en primer lugar, una posici�n producto de la
ignorancia, pero fundamentalmente es un razonamiento producto de
las condiciones sociales en que ambos discursos se han producido
en M�xico. La criminolog�a ha sido tradicionalmente una
disciplina monopolizada por abogados y por lo tanto con un
fuerte contenido legal. La mayor�a de los estudios
criminol�gicos se basan sobre hechos o problemas relacionados
con los sistemas de procuraci�n y administraci�n de justicia,
que por otra parte, son quienes hist�ricamente, trav�s de sus
agentes, han sido los principales violadores de derechos humanos
(sic).
El mismo apunta que la violaci�n a los Derechos Humanos es por
parte de los Gobiernos. A la Criminolog�a se le ha dado la labor
de observar principalmente los delitos tipificados en los
c�digos penales, algunos otros observan los trastornos de la
personalidad y casi ninguno mira a los Derechos Humanos, cuando
desde la perspectiva de esta obra, los Derechos Humanos ser�n
fundamentales y rectores para la evoluci�n de toda la sociedad y
a la vez, las bases para toda pol�tica p�blica, que al inter�s
criminol�gico, el buen dise�o e implementaci�n de �stos, conduce
a evitar la criminalidad y al guerra, si una sociedad se
encuentra en �stas situaciones, no puede vivir, no hay armon�a,
obs�rvese los casos de los pa�ses con guerra o con reg�menes
pol�ticos muy r�gidos, no logran progresar.
Lo anterior, queda comprendido analizando el concepto de
Criminolog�a, que para Robert Winslow y Sheldon Zhang, la
Criminolog�a puede ser definida: �sencillamente como el estudio
de las causas del crimen y la conducta criminal. La Criminolog�a
incluye el estudio de la justicia criminal, en el supuesto de
que �sta determina el crimen, y en otros casos, puede
producirlo�[8].
Orellana Wiarco se�ala que:
Para determinar el campo de estudio de la Criminolog�a es
necesario que profundicemos un poco al respecto. No todos los
estudiosos de esta materia; cuya sistematizaci�n es muy
reciente, est�n totalmente convencidos de que la Criminolog�a
deba ocuparse exclusivamente del estudio de las conductas
delictuosas, o sea de aqu�llas que realizan los individuos y que
quedan perfectamente encuadradas o tipificadas en las
descripciones que la Ley Penal contiene; o si, por el contrario,
pueda abarcar un campo todav�a m�s extenso, como ser�an los
llamados estados crimin�genos, que sin encontrarse
tipificados como delitos, constituyen una predisposici�n, un
riesgo, una inclinaci�n m�s o menos acentuada, que inducen al
individuo a delinquir, como son el alcoholismo, la drogadicci�n,
la prostituci�n, la vagancia, etc.[9]
Roberto Reynoso D�vila indica que: �en consecuencia, si queremos
tener un concepto integral del delito no es suficiente el
estudio meramente jur�dico del mismo, ya que el estudio del
delito no se agota con la sola normatividad�.
Roberto Bergalli apunta:
Esta tarea, entonces, obliga a la Criminolog�a a alargar su
cometido y extrayendo de las ciencias de que se nutre los
elementos b�sicos de investigaci�n se introduce en el estudio de
las conductas humanas no contempladas a�n por los ordenamientos
jur�dicos o vistas quiz� desde otro �ngulo como podr�a ser el
caso de reglamentos de polic�a, normas �tico-sociales,
religiosas, etc..
2. CONCEPTO DE CONDUCTA ANTISOCIAL AVANZADO DESDE LA �PTICA DE
LOS DERECHOS HUMANOS
El estudiante de Criminolog�a, Psicolog�a, Derecho, Sociolog�a y
otras �reas afines, recordar� que los objetos de estudio
principales de la Criminolog�a son el crimen, el criminal y la
criminalidad, conceptos definidos derivados de la articulaci�n
entre la Sociolog�a, Psicolog�a y el Derecho, sobre �ste �ltimo,
es el Derecho Penal el de mayor influencia, por lo que se llega
a olvidar otra parte importante que se deriva de la Constituci�n
Pol�tica del pa�s correspondiente, que hace referencia a los
Derechos Humanos.
Lo anterior, debe visualizarse como un concepto avanzado de
conducta antisocial o modalidades que afectan la vida,
recordando que desde el concepto sociol�gico, el crimen afecta
la sociedad y a sus individuos. Toda discriminaci�n, exclusi�n y
abandono provoca resultados que de cierta manera criminalizan y
estigmatizan determinadas conductas.
As� mismo, hay que considerar situaciones �graves� como los son
las guerras, aunque en el �mbito criminol�gico esto ha quedado
fuera del estudio y tema, �ste hecho lleva a una cantidad de
delitos en alto n�mero. Una guerra puede ser comenzada desde una
persona hasta grupos, la consecuencia es que el pa�s que la
inicia afecta a los habitantes del otro, y �ste da�ara a los
ciudadanos del pa�s contrario, aun y que �stos afectados nada
tengan qu� ver con el hecho. La guerra lleva a homicidios en
grandes masas, destrucci�n de propiedades ajenas, una ciudad
destruida, gente afectada, victimizada por los defensores de
cierto pa�s, violaciones sexuales, de Derechos Humanos, tortura,
ri�as, explosiones y dem�s que culminan en un pa�s pobre, con
ciudadanos mutilados, con consecuencias de la guerra, sin hogar,
sin empleo, sin escuelas, etc..
En as� como el Estado quien en un principio tutela los Derechos
Humanos, vulnera y da�a los de otros por consecuencia de
rencillas de origen pol�tico o religioso. De ello, hay que
aplicar ciertas pr�cticas com�nmente llevadas por la
Organizaci�n de las Naciones Unidas (y que tambi�n corresponden
a la labor criminol�gica, pero el crimin�logo de la paz es una
figura ausente y casi inexistente), a dicha se llama
Mantenimiento de la Paz y Constructor de la Paz
(t�rminos mejor identificados como Peacekeeping y
Peacebuilding).
De lo anterior, Restrepo Fontalvo se�ala y propone:
La existencia de opciones diversas de estructuraci�n de los
grupos familiares, fomentar una amplia tolerancia religiosa y de
las diversas expresiones de la arreligiosidad, tolerar en los
dem�s opciones sexuales diversas de las que personalmente
acogemos, respetar la intimidad de cada miembro del grupo y el
libre escogimiento del desarrollo de su propia personalidad (�),
respetar y defender, en una solo palabra, las opciones y los
derechos del otro, son formas no solo de lograr una sociedad m�s
democr�tica, m�s abierta, menos generadora de frustraciones y
por lo mismo muy probablemente menos violenta, sino que, al
propio tiempo, constituyen pol�ticas efectivas de prevenci�n de
la desviaci�n y de un manejo m�s humano y leg�timo de la misma.
Por otro lado, los conceptos de prevenci�n social del delito en
su mayor�a se�alan que ser� de suma importancia el facilitar los
elementos necesarios para el desarrollo social de los ciudadanos
y que permitan una evoluci�n individual y que derive en
resultados a la sociedad.
As�, Eduardo Mart�nez Bastida se�ala:
Se basa en intervenciones no penales sobre delincuentes
potenciales orientadas a atenuar su propensi�n criminal,
sustent�ndose en las teor�as cl�sicas de la etiolog�a del
delito, seg�n las cuales la acci�n criminal se explica por la
existencia de diversos factores (familia, escuela, amigos,
pareja, empleo, drogas, alcohol, etc.). Es decir se pretende
actuar sobre las causas m�s significativas de la criminalidad y
la creaci�n de lazos de solidaridad social que, favoreciendo la
prevenci�n de conductas il�citas, incrementen la calidad de vida
de los ciudadanos y sus resultados s�lo podr�an darse en el
mediano y largo plazo[15].
Jos� �ngel Ceniceros se�ala como causas del aumento de la
criminalidad:
El pauperismo como fen�menos universal y consecuencia de la
crisis cada vez m�s aguda, de la organizaci�n social
capitalista; el crecimiento de la poblaci�n con la consecuente
aglomeraci�n en zonas urbanas y barrios bajos y el aumento de
desocupados, vagos y malvivientes; la desproporci�n notoria
entre el aumento de la poblaci�n y los servicios p�blicos; el
aumento de centro de y de inmoralidad, cuya influencia
perniciosa no han podido contrarrestar ni el hogar ni la
escuela; la desorientaci�n �tica de la escuela y el
quebrantamiento de las normas de la vida del hogar, cuyos
ideales pasados no han sido sustituidos de modo preciso por
normas nuevas que impliquen verdaderos frenos morales; el
cinemat�grafo y la televisi�n como escuelas de morbosidad; la
relajaci�n de las costumbres; el chantaje period�stico; la
escasez de la polic�a efectivamente preparada, t�cnica y
moralmente, para el desempe�o de sus funciones; la carencia de
buenas c�rceles y penitenciar�as; la falta de directores y
personal especializado al frente de esos establecimientos que la
doctrina penal quisiera ver convertidos en taller, escuela,
campo de deporte, laboratorios, etc�tera; el coyotaje organizado
con la complicidad o la pasividad de los funcionarios
carcelarios faltos de probidad; la incertidumbre de la
represi�n, porque algunas autoridades que deber�an combatir la
delincuencia la encubren, o a�n la realiza, amparadas por el
poder puesto en sus manos; la falta de respeto de algunas
autoridades a los mandatos legales y en particular a las
resoluciones de la justicia federal; la impunidad de los delitos
cometidos por gente que dispone de influencia para eludir la
acci�n de la polic�a o para frustrar la actuaci�n judicial; la
benignidad en la ejecuci�n de las sentencias dictadas por los
tribunales; la falta de instituciones que ayuden y orienten a
conseguir trabajo a los que salen de las c�rceles o regresan de
las colonias de relegaci�n, etc�tera.
Jorge Restrepo Fontalvo apunta:
Un
buen manejo de las pol�ticas preventivas, debe producir una
menor utilizaci�n del aparato represor. Al igual que en la
medicina, tambi�n en este campo es mejor prevenir que intentar
curar. El tratamiento penitenciario, y en general toda pol�tica
de represi�n, es, en gran medida, resultado de las fallas que
existen en �la pol�tica social correcta�.
La
Organizaci�n de las Naciones Unidas define prevenci�n del delito
como la que:
Engloba las estrategias y medidas encaminadas a reducir el
riesgo de que se produzcan delitos y sus posibles efectos
perjudiciales para las personas y la sociedad, incluido el temor
a la delincuencia, y a intervenir para influir en sus m�ltiples
causas[18].
Por otro lado, muy acertadamente, el Instituto para la
Prevenci�n del Crimen de Canad� define prevenci�n del crimen
como:
Es una iniciativa o pol�tica que reduce, evita o elimina la
victimizaci�n a la violencia al crimen. Incluye iniciativas
gubernamentales y no gubernamentales para reducir el miedo al
crimen as� como el impacto del crimen en las v�ctimas.
Las pol�ticas de prevenci�n del crimen deben ser implementadas
por los ciudadanos, familias y vecinos, as� como las agencias de
educaci�n, asilo, fortalecimiento de la ley, m�s all� que solo
acciones polic�acas, de juzgados y penitenciarias.
La prevenci�n incluye un amplio rango de propuestas, incluidas
aquellas que:
Promover las buenas relaciones entre las personas y fortalecer
el desarrollo social, a trav�s de medidas econ�micas, de salud y
educativas, con particular �nfasis en la infancia y juventud, y
focalizada en los riesgos y factores de protecci�n asociadas con
el crimen y la victimizaci�n.
De lo anterior, se puede formar un concepto de conducta
antisocial jur�dico-criminol�gico en base a lo anterior y que se
descifrar� con el paso de las p�ginas a continuaci�n como: toda
violaci�n a los Derecho Humanos y garant�as individuales
se�aladas en los documentos legales de nivel internacional (por
la Organizaci�n de las Naciones Unidas), nacional (las
Constituciones) y local (Constituciones locales y leyes), que
vulneren el sano desarrollo individual y social en todos los
aspectos que tengan como consecuencia la evoluci�n
biopsicosocial, adem�s de contemplar los documentos especiales
sobre ciertas �reas como el trato en prisi�n, con la polic�a, a
los ni�os, a los ancianos, mujeres, en el trabajo, educaci�n,
etc.
P�rez Pinz�n y P�rez Castro se�alan que desde el punto de vista,
la criminalidad se presenta cuando:
I.
Los deberes que los tratados imponen a los Estados son
desconocidos por �stos, por acci�n o por omisi�n, verbigracia,
si no implementan lo necesario para buscar la resocializaci�n de
los condenados.
II.
El sistema penal es injusto, por ejemplo si no reconoce
los derechos de los grupos �tnicos.
III.La Constituci�n Pol�tica o las leyes establecen u otorgan
derechos pero el Estado no facilita su ejecuci�n, (�).
IV.
El Estado, arbitrariamente, so prexto de defender las
instituciones y proteger la sociedad, acude a medidas de
excepci�n con mengua de la locomoci�n, la opini�n, la
integridad, la salud, la familia, la conciencia o la intimidad..
Esos elementos provenientes de la Constituci�n nacional y
documentos internacionales ser�n la base de las pol�ticas
p�blicas de desarrollo para cada �rea espec�fica, ha de
entenderse desde una �ptica de Naciones Unidas que todo
desajuste en los elementos basales para el desarrollo social,
tienen consecuencias que pueden derivar en hambre, pobreza,
falta de empleo, de educaci�n, guerra y crimen.
La base de los Derechos Humanos es el Estado y las leyes que de
�ste emanan, son ese conjunto de �Derechos� que todos merecemos
para nuestro desarrollo integral, pero que lamentablemente no
todos podemos alcanzar.
3. DESARROLLO HUMANO Y PREVENCI�N SOCIAL DEL DELITO
Recordando los conceptos mostrados anteriormente aportados por
Eduardo Mart�nez Bastida (prevenci�n social del delito) y la
Organizaci�n de las Naciones Unidas (prevenci�n del delito) esta
obra ha de mostrar al lector que los objetivos de los Derechos
Humanos son los de desarrollo, los cuales servir�n como base de
las pol�ticas p�blicas en todos los �mbitos de la sociedad que
permitan un crecimiento social.
Reyes Calder�n construye un concepto vinculado al tema y anota
que:
La dignidad de la persona humana es el principio b�sico de los
Derechos Humanos. Todas las personas por el hecho de existir
tienen derechos, los cuales deben ser respetados por el Estado,
sus autoridades y todos y cada uno de nosotros..
La ausencia de estos Derechos Humanos, en espec�fico a los de
educaci�n empleo, vivienda digna, igualdad ante la ley, entre
otros tantos, ha provocado un problema grave que es la migraci�n
y trata de personas.
Eduardo Lozano Tovar apunta que:
Tendr�amos que hablar de una pol�tica criminol�gica referente a
los derechos humanos confrontados con el fen�meno criminal y
acompa�ando al sistema punitivo derivado de un derecho penal
cada vez menos aislado de las dem�s estrategias pol�ticas que
deben ocurrir a un Estado posmoderno, consciente de las
necesidades de sus gobernados, pero tambi�n atento de las
limitaciones que le obligan �en el oficio cotidiano de gobernar-
a combinar pol�ticas sociales con pol�ticas criminales.
Por su parte, Mike Maguire, et. all., dicen que:
Se consideran mucho m�s eficaces las medidas de tipo social
(como la revitalizaci�n comunitaria, la generaci�n de empleos
para la juventud desempleada y la provisi�n de medios para
practicar deportes y cultivar el tiempo libre), ya que �stas se
dirigen a eliminar las causas que motivan el delito.
3.1. PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO
As�, el desarrollo ha de ampliarse de lo individual a lo social
y que haya reciprocidad. El Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD) se�ala que:
El desarrollo de un pa�s no puede ser entendido desde la
perspectiva �nica del crecimiento econ�mico. El prop�sito final
del desarrollo se encuentra en cada uno de sus habitantes y en
las posibilidades que ellos tienen para elegir una vida en la
que puedan realizar a plenitud su potencial como seres humanos.
El desarrollo humano consiste en la libertad que gozan los
individuos para elegir entre distintas opciones y formas de
vida. Los factores fundamentales que permiten a las personas ser
libres en ese sentido, son la posibilidad de alcanzar una vida
larga y saludable, poder adquirir conocimientos individual y
socialmente valiosos, y tener la oportunidad de obtener los
recursos necesarios para disfrutar un nivel de vida decoroso.
Haciendo �nfasis en el desarrollo humano indica:
El desarrollo humano de las personas es visto como la condici�n
para que �stas ampl�en sus posibilidades de elegir entre
distintos tipos de vida. La libertad de los individuos, y por lo
tanto sus posibilidades de elegir, requieren del desarrollo de
un conjunto de capacidades que permitan el ejercicio de esa
libertad, y que incluyen principalmente la salud, la educaci�n y
las oportunidades de ingreso.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo es el
organismo miembro de la Organizaci�n de las Naciones Unidas
(ONU) que desde 1965 trabaja para reducir la pobreza en el mundo
y los problemas asociados con �sta, a trav�s de pr�cticas que
apoyan al desarrollo humano y el progreso econ�mico y social de
los pa�ses en los que el PNUD tiene presencia.
En M�xico, la representaci�n del PNUD implementa un programa de
trabajo centrado en el combate a la pobreza y las desigualdades,
la integraci�n productiva, el fomento de la cultura democr�tica,
la preservaci�n del medio ambiente y el fortalecimiento de la
cooperaci�n t�cnica mexicana hacia terceros pa�ses. Todo esto, a
partir de 5 ejes tem�ticos definidos como: 1) Desarrollo humano;
2) Gobernabilidad democr�tica; 2) Medio ambiente y energ�a; 4)
Sector privado y desarrollo; y 5) Equidad de g�nero.
Para lograr el desarrollo y la prevenci�n social del delito, se
requiere hacer un trabajo metodol�gico y cient�fico, as�, el
PNUD se basa en el conocimiento, por ello centra su trabajo en
la generaci�n y promoci�n de informaci�n espec�fica, resultado
de investigaciones y an�lisis de los pa�ses en donde tiene
presencia. Dichas investigaciones sirven para estructurar las
pol�ticas p�blicas en base a las necesidades detectadas en el
�mbito estudiado.
As� mismo, a nivele internacional se han planteado objetivos o
visiones que pretenden alcanzarse ante el surgimiento de nuevos
fen�menos y malestares sociales, con dichos objetivos se
pretende generar un estado de beneficio para todos los
ciudadanos en el mundo, a �stos se le ha llamado como Objetivos
Del Mileno programados para cumplirse o alcanzarse en el 2015:
1.
Erradicar la pobreza extrema y el hambre.
2.
Lograr la ense�anza primaria universal.
3.
Promover la igualdad de g�nero y la autonom�a de la
mujer.
4.
Reducir la mortalidad infantil.
5.
Mejorar la salud materna.
6.
Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades.
7.
Garantizar la sustentabilidad del medio ambiente.
8.
Fomentar una asociaci�n mundial para el desarrollo.
Para la ONU incrementar los niveles de desarrollo econ�mico y
social, principal mandato del PNUD, es elemento clave para la
creaci�n de las condiciones de paz y la seguridad internacional.
Para el cumplimiento de los objetivos y la atenci�n de las
prioridades internacionales y nacionales, los programas
sectoriales, institucionales, regionales y especiales a
elaborarse atender�n los siguientes temas prioritarios para el
desarrollo nacional: Agua y bosques, Campo y desarrollo rural,
Ciencia y Tecnolog�a Combate a las adicciones, Comercio,
Competitividad, Comunidades y pueblos ind�genas, Cooperaci�n y
desarrollo internacional, Cultura, Defensa nacional, Democracia
y participaci�n ciudadana, Deporte, Derechos humanos, Desarrollo
empresarial Desarrollo regional, Desarrollo social, Desarrollo
urbano, Educaci�n, Empleo, Energ�a, Equidad de g�nero, Familia,
ni�os y j�venes, Financiamiento para el desarrollo,
Fortalecimiento del federalismo, Grupos vulnerables,
Infraestructura, Medio ambiente y recursos naturales, Migrantes,
Modernizaci�n de la gesti�n p�blica, Poblaci�n, Procuraci�n e
impartici�n de justicia, Producci�n y distribuci�n de alimentos,
Protecci�n civil, prevenci�n y atenci�n de desastres, Salud,
Seguridad nacional, Seguridad p�blica, Seguridad social,
Soberan�a, Superaci�n de la pobreza, Trabajo, Transparencia y
rendici�n de cuentas, Turismo y Vivienda.
Para los objetivos anteriores, todas las administraciones
p�blicas requieren de llevar a cabo su trabajo a trav�s de
Secretarias (a nivel Federal, Estatal y Municipal), enumerar
cada una dar�a como resultado un texto gigantesco interminable
de leer en un curso de cuatro o seis meses (para el cual est�
dirigido este libro), por lo que se enumeran las dos m�s
importantes, junto con sus objetivos y planes de trabajo, desde
un nivel federal que supone ser la idea rectora a los Estados y
Municipios, pero cabe notar adem�s de las siguientes al
Instituto de la Juventud, de la Mujer, la Procuradur�a de la
Rep�blica, de Justicia, Secretarias de Hacienda, Gobernaci�n,
Defensa Nacional, Educaci�n, de Turismo, del Trabajo y Previsi�n
Social, las Comisiones de Derechos Humanos, Centro de
Investigaci�n y Seguridad Nacional, entre muchas otras.
Neuman se�ala algunas de sus experiencias como asesor al tema
preventivo y apunta:
A veces, cuando hablo en cualquiera de los pa�ses de Am�rica
Latina sobre desarrollo social y criminalidad, suelo se�alar una
ausencia, y suelo decir: �Se�ores, en este local faltan personas
que deber�an estar. Y hablar. Sobre todo, faltan personas del
pueblo de Am�rica Latina. No se puede establecer un di�logo
sobre desarrollo social, ni de aportaciones criminol�gicas,
estando s�lo los que aqu� estamos. Nos falta algo muy
importante, por lo menos nos falta el pueblo pobre de Am�rica
Latina, los actores, los verdaderos actores del drama y sobramos
los que decidimos sufrir por ellos. (�) Unas pocas palabras de
ellos nos ahorrar�an muchas de las nuestras� Seamos conscientes
de ello. Si estuviera ese pueblo pobre de Am�rica Latina
tendr�amos que escucharle tantas formulaciones radicalmente
nuevas, �que nos molestar�a tanto�!�.
De acuerdo con Alicia Gonz�lez Vidaurri:
Con la visi�n antes descripta (sic), la futura tarea del
crimin�logo ser� aprovechar los espacios pol�ticos y sociales
donde se debata y decida sobre las cuestiones que le son
propias, con la finalidad de impulsar los proyectos de orden que
resulten m�s democr�ticos y que re�nan las condiciones de: tener
un referente de racionalidad, ser factibles y estar orientados
al beneficio com�n.
Las formas anteriores ocurren por conflictos de intereses y
oportunidades, as� lo explican Augusto S�nchez Sandoval y
Gonz�lez Vidaurri:
En las sociedades, la din�mica del conflicto se presenta
generalmente de la siguiente manera: En primer momento, el
dominio de algunos respecto de otros; despu�s este dominio se
traduce en mecanismos de coerci�n o de criminalizaci�n. La
criminalidad es construida como �realidad� por quien tiene poder
para imponerla como tal. Al poder se contraponen los excluidos,
lo que genera conflicto. En lo posible, se busca que la soluci�n
de este conflicto se logre a trav�s de la evoluci�n pol�tica y
no de la revoluci�n social, econ�mica o jur�dica, es decir, de
alternativas al sistema de dominaci�n y control que est� vigente.
CONCLUSIONES
Despu�s de ver todo lo anterior, se debe estar en entendimiento
de que si no hay Derechos Humanos no se tiene un estado de
desarrollo y progreso, al haberse incluido las opiniones de
diversos estudiosos del tema etiol�gico-criminologico ha servido
para dejar en claro que la falta de estos Derechos contribuye a
conductas antisociales.
Lo anterior, queda mejor entendido en opini�n de Miguel
Carbonell, et. all.:
No existe ni puede existir Estado de derecho cuando se asiste a
un reiterado y, en ocasiones, delirante repudio de los derechos.
Nunca como en nuestra �poca se ha estado tan consciente de los
derechos humanos pero, en la misma proporci�n, nunca se ha sido
tan sofisticadamente brutal en su violaci�n.
BIBLIOGRAF�A
Reynoso D�vila, Roberto,
Nociones de Criminolog�a e Historia del Derecho Penal,
M�xico: C�rdenas Editor y Distribuidor, 2004.
Reynoso D�vila, Roberto, Nociones de Criminolog�a e
Historia del Derecho Penal, M�xico: C�rdenas Editor
y Distribuidor, 2004, p. 10.
* Maestreando en Trabajo Social con
orientaci�n en proyectos sociales.
Presidente de la Sociedad Mexicana de Criminolog�a
Cap�tulo Nuevo Le�n A.C.
Director Archivos de
Criminolog�a, Criminal�stica y Seguridad Privada.
[email protected]
** Licenciado en Derecho
por la Universidad Latinoamericana, Maestro en Pol�tica
Criminal por el Instituto Nacional de Ciencias Penales,
M�xico.
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