Revista Jurídica Cajamarca

 
 

 

El niño y las conchas de abanico
(revelan la sabiduría que tú llevas dentro)

Alex Roy Rodríguez Rodríguez (*)

 


 

Cierto día un niño que asistía siempre aun muelle de pescadores observaba que unos hombres limpiaban unas conchas de abanico en el interior de ellas, hasta que un día su padre compro muchas de estas conchas de abanico para preparar un exquisito almuerzo. Pero su curiosidad del niño, era saber que había en el interior de estas; cuando de pronto su padre se había percatado de la curiosidad de su hijo, entonces este le obsequio un par de estas para que pudiera explorarlas mejor. Con tanta alegría le replico a su padre que le dijo gracias ...!!! ...Papá!!! era tan grande su curiosidad que buscaba por todos los medios posibles para abrirla con el triste resultado de no conseguirlo hasta que... cansado de insistir se sentó a un costado para idear la forma como abrirla par descubrir el supuesto tesoro que yacía dentro de estas conchas de abanico, puesto que no le quitaba los ojos de encima, hasta que luego de algún tiempo transcurrido se percata que la concha de abanico empieza a abrirse  por si sola.

Entonces el presto a lo que estaba pasando corrió presurosamente hacia ella la toma por los costados y le coloca una cuchara dentro de ella evitando así que esta se pueda cerrar completamente, muy emocionado el niño festejaba de alegría que había logrado su objetivo de ver en el interior de ella y abrirla además.

Esta pequeña historia nos dice:

Que cuando somos jóvenes queremos descubrir las cosas muy pronto y utilizando los medios que sean no importando si obtenemos un buen resultado; sin embargo también nos enseña que debemos hacer uso del pensar ( reflexionar o meditar ), observar y sobre todo en tener paciencia y perseverar, para así  lograr lo que tanto se ansia en el logro de metas y resultados positivos.

Recordemos que la paciencia nos brinda muchas cosas sobre todo dos cosas muy importantes y maravillosas: la primera de ellas es que nos da POSIBILIDADES y la segunda e igual de importante es la SABIDURÍA.

Por ello cultivar  la virtud de la humildad tanto como el de la paciencia es y será siempre lo mejor que todo ser humano debe hacer para que mañana mas tarde pueda cosechar sabiduría inmensamente rica y valiosa fruto de su perseverancia y paciencia.


 


(*) Psicólogo Forense. Ministerio Público, Instituto de Medicina Legal de Cajamarca. Conciliador Extrajudicial.

Teléfono (044) 82-5223, Celular 96-4356

E-mail:

alexroy@mixmail.com

elariano66@starmedia.com

 


 

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