ÁBREME LAS PUERTAS DE TU ALMA

 

 

 

Me miran tus grandes ojos.

Tus labios sonríen conmigo.

Me abriga tu compañía.

Nuestras carcajadas

se juntan constantemente,

sin embargo...

siento que tu alma

está lejos de mí.

 

 

 

Aun cuando tu corazón

destina

algunos de sus latidos para mí,

se conmueve

con mis súplicas de amor,

me alcanza

algunas migajas de afecto

y a veces

hasta llora conmigo;

sin embargo...

siento que tu alma

no comulga con el mío.

Siento con profunda tristeza

la lejanía

de tu realidad espiritual.

 

 

 

No sólo quiero tu amor

también quiero tu pensamiento

tu alma, tu mundo

y todas tus realidades.

 

 

 

Cualquier velo que nos separa

hace sangrar más mi corazón

aumenta mi sufrir

crucifica mi dolor

y hace pedazos mis mundos internos.

 

 

 

Amada mía,

en esta hora

de pruebas y dificultad

acómpañame físicamente,

anímicamente,

mentalmente,

espiritualmente...

no cierres

las puertas de tu alma.

¡Ábremelas!

Te lo suplico, te ruego.