ESPERÁNDOTE

 

 

 

Con tu partida, sin motivo suficiente,

han muerto los días de fulgor y alegría,

los momentos de calor y sosiego.

Mi cielo se ha ennegrecido.

 

 

 

Aquellos, fueron días de flores y diversidad,

de mañanas con rocío y transparencia,

de mediodías con calor y brillo,

de atardeceres con calma y satisfacción.

 

 

 

En sueños te ví regresar

deseosa de beber de la copa de mi amor.

Te ví embriagarte prendida de mis jubilosos labios,

hundiéndote en las profundidades serenas de mis brazos,

recorriendo todos los extremos de mi alma agradecida,

saciándote y vengándote por lo días perdidos.

 

 

 

Mis sueños, son los presagios de mi mundo,

son señales compasivas que calman el dolor de mi corazón,

son mi visión del futuro.

Ahora, me anuncian tu retorno.

Mi imaginación ha retenido el mensaje completo.

Mi memoria juega impaciente con los anuncios oníricos.

Mi realidad, está esperándote...

 

 

 

 

 

 

 

 

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