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El profesor Dr. Jack Levin de la Northeastern University en Boston,
Estados Unidos, es uno de los popes de la Criminología Norteamericana.
Además es sociólogo, investigador y precursor en su país del estudio de
depredadores violentos.
Sus libros sobre el tema, han sido éxito en ventas, igualmente, es
consultado por medios gráficos, televisivos e instituciones de gobierno
para el análisis y captura de estos criminales.
¿Por qué eligió esta profesión?
A principios de 1980 descubrí que virtualmente, no había nada escrito en
psiquiatría o criminología que tratara las características de los
asesinos seriales.
Como resultado, decidí dirigir un pequeño grupo de estudio sobre
asesinos seriales – con 42 de ellos en total – del cual realicé un
perfil con sus rasgos típicos, características de sus víctimas y métodos
de matanza. Posteriormente, este pequeño estudio se convirtió en un
libro, el primer libro escrito sobre homicidio serial, titulado
Homicidio en masa: La amenaza de Norteamérica en crecimiento, 1985 – en
co autoría con James A. Fox, Plenum Press.)
Desde entonces, fui inundado con pedidos de información sobre asesinos
seriales. He entrevistado a muchos de ellos, testificado en tribunales,
sido consultado por la policía, abogados defensores y acciones
judiciales. También me he reunido con amigos de estos asesinos, vecinos,
parejas y miembros de su familia. Una vez cada tanto, converso con
alguna víctima que tuvo la suerte suficiente de escapar de alguno.
¿Cree usted que las escenas de sexo, desnudez y violencia en los medios
o publicidades, ayudan a incrementar los instintos de los agresores
sexuales?
No creo que la violencia en los medios (especialmente aquella que va
unida al sexo) sea buena para nadie. La pornografía violenta impregna
nuestra cultura, influenciando las mentes de niños pequeños, quienes
crecen pensando que no se puede tener sexo sin violencia.
Pero creo que se necesita mucho más que la exposición mediática de sexo
violento para crear un monstruo. En realidad, los asesinos seriales
disfrutan viendo sexo violento, especialmente cuando no pueden
realizarlo. En este caso, de cualquier modo sus preferencias a la hora
de mirar son el efecto, no la causa de su propensión a la violencia. Es
como aquellos que aman pescar y cazar solo leyendo revistas como “Campo
y Río”, que tratan de lo que les interesa. Su elección de revistas, es
más el resultado de su interés en ese tópico que una causa en sí misma.
En cuanto al efecto mediático de la violencia en los niños, estoy
convencido que la supervisión adulta es el ingrediente faltante que
puede reducir el impacto de la televisión y las películas, así como los
juegos de video o la Internet
Hay una teoría que sostiene que las víctimas de pedofilia tienden
a repetir este patrón, por lo cual la mayoría de estas víctimas se
convierten en pedófilos. ¿Cuál es su opinión acerca de esta posición
etiológica?
Esta es la misma idea que propone la controversia de que solo los chicos
abusados se convierten en abusadores, lo cual es Falso. La verdad es que
los jóvenes abusados sexualmente son ligeramente más propensos a cometer
actos de abuso sexual, pero son pocas las probabilidades. Si nos
enfocamos más en las víctimas, en realidad los estamos re victimizando.
De su autoría, he leído un artículo fuera de serie: “Apuntando al
alma de una comunidad: seleccionado las pocas manzanas en mal estado”.
Este es un fenómeno que se acrecienta en escuelas de Europa y
Latinoamérica. Además de venganza, envidia o celos ¿existen otras
motivaciones para que los jóvenes que han sido víctimas de constantes
hostigamientos (bulling), lleven a cabo asesinatos a mansalva en sus
escuelas?
Muchos estudiantes quieren desesperadamente sentirse importantes,
especiales y poderosos. En lugar de esto, quizás son víctimas diarias de
hostigamientos y humillaciones por parte de sus compañeros.
Los pistoleros escolares buscan venganza, pero muchos de ellos también
desean alcanzar fama y celebridad. En Virginia Tech donde mató a 32
estudiantes y personal docente,
Cho quería tanto ser visto como un tipo poderoso, que salió
corriendo en medio de la masacre para hacer una escala en la oficina de
correos más cercana y enviar mails con fotos de sí mismo al Noticiero
NBC. Estas fotos lo mostraban posando como una persona poderosa y
peligrosa, empuñado cuchillos y armas de fuego, tal es así que no podría
pasar desapercibido
Para los padres y autoridades ¿existen métodos eficaces que
apunten a prevenir estos crímenes?
Observar los signos de alerta mucho antes que el joven tenga intenciones
homicidas. Tempranamente, los niños pueden ser hostigados en la clase,
en el patio de juegos o después de la escuela. Aquí es cuando los
padres, profesores y psicólogos escolares deberían intervenir, no porque
el niño sea una amenaza o un peligro, si no más bien porque esta
preocupado. Durante el proceso, deberemos favorecer la calidad de vida
de tantos jóvenes y, al mismo tiempo, posiblemente prevenir uno o dos
homicidios.
Actualmente, el canibalismo es practicado por muchas tribus de
Sudamérica y Oceanía bajo la mirada de algunos gobiernos, pero si es
practicada por criminales, es castigada. ¿Cuándo deja de ser una
herencia cultural para convertirse en una perversión?
El canibalismo ha sido una costumbre socialmente aceptable en tribus de
todos los continentes de nuestro planeta. En casos particulares de
canibalismo (por ejemplo, el que practicaba el asesino serial Jeffrey
Dahmer en Milwaukee, Wiscounsin), no son muy diferentes a ese respecto:
fueron proyectados para mantener cerca a la víctima. Literalmente, ésta
deviene parte del caníbal. En algunas sociedades se practica el
canibalismo afectuoso, donde el cuerpo de un ser amado es consumido por
sus familiares como parte del ritual funerario. Similar es el caso de
Jeffrey Dahmer, quien quería mantener su compañía. Al ser rechazado
por los seres humanos, consumía el corazón y los genitales de sus
víctimas, así podían permanecer con él.
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