Derecho y Cambio Social

 
 

 

DESARROLLO PERSONAL,
CLAVE DEL ÉXITO Y LA EFICIENCIA
EN LABORES DE ASISTENCIA Y AYUDA A LA POBLACIÓN

Alejandra Palacios Banchero (*)

 


 

A lo largo de nuestra vida aprendemos un conjunto de habilidades personales, emocionales y sociales y de destrezas que influyen en nuestra capacidad para adaptarnos y enfrentar las demandas y presiones del ambiente. Estas habilidades determinan el éxito en nuestra vida e influye directamente en el bienestar general, en la salud y en la eficiencia que demostremos al desempeñar cualquier rol o función dentro de la sociedad en que vivimos.

En instituciones dedicadas a la función de asistencia y ayuda a la población, los funcionarios tienen que interactuar con muchas personas y están expuestos a las características personales de cada una de ellas y a la interacción de emociones muchas veces conflictivas y traumáticas que por lo general los conmueve, los perturba y afecta su bienestar en todos los aspectos de su vida — familiar, laboral, social.

Debe haber desarrollado o puede desarrollar ciertas características personales que le permitan funcionar con efectividad y excelencia y a su vez poder protegerse de las situaciones adversas que se le presentan, pues su ineficacia o su falta de habilidad pueden perjudicarlo y también perjudicar el bienestar de su familia, de sus compañeros de trabajo, de la institución donde labora y  las personas a las que les presta servicio.

De allí la importancia de conocer y esforzarnos por desarrollar aquellas capacidades, habilidades y destrezas que nos permitan actuar eficientemente y lograr éxito en lo que realicemos pues lo contrario nos hace vulnerables al malestar y al fracaso.

Este conjunto de habilidades, capacidades y destrezas que hemos desarrollado o vamos a desarrollar, son habilidades cognitivas, habilidades no cognitivas y las de motivación que nos permiten aprender y mejorar.

Las habilidades cognitivas (inteligencia cognitiva) tienen que ver con la memoria, atención, concentración con el razonamiento y las destrezas verbales  y numéricas, juicio, análisis y síntesis, abstracción, creatividad etc. .Se trata de habilidades o capacidades generales que nos permiten adquirir conocimientos y nos facilitan el aprendizaje  (Cattell,1980) 

Estas habilidades están influenciadas en un mayor o menor grado, por las habilidades no cognitivas y motivacionales, que nos impulsan y nos permiten crecer como personas eficientes y saludables.

De allí que nos sorprendamos muchas veces cuando observamos casos de personas “extremadamente inteligentes”, catalogadas probablemente como genios, con un cociente intelectual muy alto y que sin embargo son individuos fracasados, que no funcionan bien en el medio y no logran tener éxito en varios aspectos de su vida. Por otro lado, observamos con asombro, individuos con capacidades intelectuales limitadas y bajo nivel educacional que sin embargo se sienten bien consigo mismas, se relacionan bien con el medio y tienen éxito en lo que realizan.

Las emociones, las experiencias vividas y las fortalezas y habilidades sociales y emocionales que poseamos hacen la diferencia y constituyen un conjunto para lograr funcionar bien y lograr el éxito.

Las habilidades no cognitivas (inteligencia emocional) son aptitudes y competencias que influyen en la capacidad de un individuo para lograr éxito en su manejo de las exigencias y presiones del ambiente (Bar-On, 1997).

La inteligencia emocional, dice Salovey y Mayer (1990), está integrada por un número de componentes que se presume conforman su estructura conceptual y que involucra los siguientes aspectos:

·        La evaluación y expresión de la emoción del Yo (identificación y comprensión de las emociones de uno mismo).

·        La evaluación y reconocimiento de las emociones de los demás (la apreciación de las emociones de los demás).

·        La regulación de las emociones de sí mismo y la de los demás (la dirección y meta de las emociones de uno mismo, al estado de ánimo y a la evaluación y el cambio de nuestras emociones. También incluye la habilidad para alterar las reacciones afectivas de los demás).

·        El uso de la emoción para facilitar el rendimiento (dirigir las emociones hacia el servicio de un objetivo, siendo esencial para la atención selectiva y la automatización entre otros).

Repasemos entonces los componentes y subcomponentes que intervienen en la inteligencia emocional según Bar-On:

 

A. Componente Intrapersonal. (Tiene que ver con el yo interior) .

1.    Conocimiento emocional de sí mismo. Es la habilidad para conocer nuestros sentimientos y emociones y poder diferenciarlos y conocer el por qué de los mismos.

2.    Asertividad. Habilidad para expresar sentimientos, creencias y pensamientos. Defender nuestros derechos de una manera constructiva, sin dañar los sentimientos de los demás.

3.    Autoestima. Habilidad para comprender, aceptar y respetar lo positivo y negativo de nosotros mismos, así como nuestras posibilidades y limitaciones.

4. Autorrealización. Habilidad para realizar y disfrutar lo que realmente podemos y queremos.  

5. Independencia. Habilidad para autodirigirse, sentirse seguro de sí mismo en pensamiento y acciones y poder tomar decisiones con libertad.

 

B. Componente Interpersonal. (Habilidades y desempeño interpersonal)

6.    Empatía. Habilidad para percatarse, comprender y apreciar los sentimientos de los demás.

7.    Relaciones Interpersonales. Habilidad para establecer y mantener relaciones satisfactorias con otras personas.

8.    Responsabilidad Social. Habilidad para demostrar que es un miembros constructivo del grupo social.

 

. Componentes de Adaptabilidad. (Capacidad para adecuarse a las exigencias del entorno y para enfrentar situaciones problemáticas).

9.    Solución de Problemas. Habilidad para identificar y definir los problemas y generar e implementar soluciones efectivas.

10. Prueba de la Realidad. Habilidad para evaluar la correspondencia entre lo que se experimenta (lo subjetivo) y lo que realmente existe (lo objetivo).

11.  Flexibilidad. Habilidad para adecuar las emociones, pensamientos y conductas a situaciones y condiciones cambiantes.

 

D. Componente de Manejo de Estrés. (Habilidad para resistir las tensiones y el control).

12.  Tolerancia al Estrés. Habilidad para soportar y enfrentar las tensiones y el estrés, sin sobresaltos ni ansiedad.

13.  Control de Impulsos. Habilidad para resistir o demorar los impulsos o tentaciones para actuar y controlar las emociones.

 

E. Componente del Estado de Animo General.  (Capacidad para disfrutar de la vida, su visión del mundo y el sentimiento de contento general).

14.  Felicidad. Habilidad para sentirse satisfechos con sus propias vidas y para disfrutar de sí y de otros y para divertirse y expresar sentimientos positivos.

15.  Optimismo. Habilidad para buscar el lado más provechoso de la vida y mantener una actitud positiva aún ante la adversidad.

 

El conocimiento de sí mismo, la asertividad, la empatía, la prueba de la realidad y el control de impulsos dan como resultado la forma como solucionamos los problemas, nos autorrealizamos, somos o no felices  y afecta las relaciones interpersonales. Pero todos estos factores dependen de la independencia, la responsabilidad social, el optimismo, la flexibilidad, la tolerancia al estrés y el autoconcepto.

Estas habilidades aplicadas al trabajo promueven: la labor en equipo, la productividad, la calidad y el compromiso dentro del ámbito laboral. Mejora la calidad de vida del funcionario y permite mantener relaciones saludables con los compañeros de trabajo, familiares, amigos y vecinos.

En el estudio que realizáramos sobre el trabajador que labora en función de ayuda y servicio en Perú (Palacios A., 2000), en base a una evaluación de la inteligencia cognitiva general y los componentes de la inteligencia emocional arriba descritos y cuyos resultados arrojaron el siguiente perfil psicológico de estos trabajadores:

“Inteligencia cognitiva a nivel promedio y adecuada capacidad mental; facilidad para el aprendizaje y rápida adaptación; perseverancia, buen juicio y moral alta, inteligencia emocional o habilidades no cognitivas bien desarrolladas. Capacidad adaptativa arriba de los esperado, que le permita resolver problemas con éxito. Buena capacidad empática, flexibilidad, amplitud de criterio. Libre de prejuicios, saber establecer diferencias entre lo objetivo y subjetivo, ser capaces de, controlar sus emociones y sus impulsos y saber manejar muy bien el estrés. Poseer además  un conocimiento de sí mismos y una autoestima adecuada. Su actuación debe ser asertiva  y con un estilo preferentemente negociador en el manejo de conflictos.”

En conclusión, deben ser personas bien ajustadas, con una adecuada capacidad mental general y capacidad emocional y social bien desarrolladas. Asertivos en sus respuestas a las demandas sociales y negociadoras al enfrentar los conflictos.

Estas habilidades y destrezas, según varios autores, se desarrollan con el tiempo y la experiencia, cambian a través de la vida y pueden mejorar con el entrenamiento, lecturas de autoayuda, programas remediables y técnicas terapéuticas.

Hay que en labores de asistencia y ayuda a la población no solo intervienen factores legales y de derecho de las personas, los traumas psicológicos con repercusiones en la vida, la salud y el desempeño de las personas y sus repercusiones en la sociedad son factores importantísimos que hay que tomar en cuenta. Por ello, el trabajador que atiende estos casos debe contar con todos los recursos disponibles y el de mayor importancia es el de contar con las habilidades y destrezas necesarias a la hora de cumplir con su labor.

 


 

 


 

(*) Psicóloga Clínica y Comunitaria.

E-mail: alepsicon@yahoo.com

 


 

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